El Papa sobre el Líbano: 'La escalada es inaceptable. Hacer todo lo posible para detenerla'

En la audiencia general del miércoles expresó su preocupación por las noticias procedentes del País de los Cedros. Cercanía con el pueblo libanés y con todos los "pueblos atormentados" por las guerras. La catequesis sobre el Espíritu Santo, aliado contra el mal que se oculta en la superstición: "Con el diablo no se dialoga".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Me entristecen las noticias procedentes del Líbano, donde intensos bombardeos han causado muchas víctimas mortales y destrucciones en los últimos días”. Al terminar la audiencia general de esta mañana en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco se refirió a la dramática situación en Oriente Medio, especialmente con la ofensiva israelí de los últimos días que ha causado más de 560 víctimas en el País de los Cedros. “Espero que la comunidad internacional haga todo lo posible para detener esta terrible escalada. ¡Es inaceptable! Expreso mis condolencias al pueblo libanés, que ya ha sufrido demasiado en los últimos tiempos", continuó Bergoglio.

Ante unos 20.000 fieles procedentes de todos los rincones de la tierra, el Santo Padre invitó a rezar por la paz y "por todos los pueblos que sufren a causa de la guerra". "No olvidemos - insistió - a la atormentada Ucrania, Myanmar, Palestina, Israel y Sudán". Dirigiéndose a un grupo de confirmandos de la diócesis italiana de Forlí-Bertinoro que se encontraban en la audiencia de hoy, Francisco dijo: "Queridos jóvenes, con la fuerza del Espíritu Santo, sean testigos valientes del Evangelio entre sus compañeros y no se cansen de ser protagonistas de la paz y la fraternidad en el ambiente en el que viven". La paz tan deseada se puede construir, en primer lugar, en la vida cotidiana, a partir del protagonismo y de la atención a los jóvenes.

La catequesis que leyó al comienzo del encuentro de hoy y fue resumida posteriormente en diferentes idiomas, se refirió al pasaje del Evangelio de Lucas (Lc 4,1-2.13-14) donde Jesús "fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio" (v. 1). "El Espíritu Santo nuestro aliado en la lucha contra el espíritu del mal", fue el tema de la catequesis de esta mañana, que forma parte del ciclo "El Espíritu y la Esposa. El Espíritu Santo guía al Pueblo de Dios al encuentro con Jesús, nuestra esperanza".

La reflexión comenzó refiriéndose a “un extraño fenómeno relacionado con el diablo” al que se asiste en la actualidad. “En un cierto nivel cultural, se cree que sencillamente no existe. Sería un símbolo del inconsciente colectivo, o de la alienación; en definitiva, una metáfora”, explicó. El diablo “es astuto: nos hace creer que no existe y así puede dominar todo. Es astuto". Sin embargo, el mundo está "repleto" de sus expresiones, que se pueden ver sobre todo en las prácticas supersticiosas. “Si eres supersticioso, inconscientemente estás dialogando con el diablo. Con el diablo no se dialoga.”, afirmó el Santo Padre.

Luego explicó que la prueba "más fuerte" de la existencia del diablo "no se encuentra en los pecadores ni en los posesos, sino en los santos". Precisamente las vidas iluminadas de las personas santas siempre enfrentan una lucha "con esta oscura realidad". Y podemos salir victoriosos, ganar esta batalla "como la ganó Jesús en el desierto: con la palabra de Dios". “Jesús no dialoga con el diablo, nunca lo hizo. Lo expulsa o lo condena, pero nunca dialoga”, dijo el Papa Francisco. Otro medio que también es útil para afrontar el mal es la vigilancia. Lo propone san Pedro: “Sean sobrios, vigilen. Su enemigo, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Pe 5,8).

Por último, Bergoglio advirtió contra los "medios de dar oportunidades al diablo" que ofrece la tecnología. Entre todos, la pornografía y el “mercado próspero” que trae consigo. “Se trata de un fenómeno fuertemente extendido del que los cristianos deben precaverse y que deben rechazar enérgicamente”. Pero, a pesar de la "acción del diablo" que actúa en este mundo "tecnológico y secularizado", no debemos desanimarnos. "El pensamiento final debe ser, también en este caso, de confianza y seguridad - añadió -. Cristo ha vencido al diablo y nos ha dado el Espíritu Santo para hacer nuestra su victoria".