Eid: el Islam celebra el final del ayuno y recuerda a víctimas de guerras y terremotos
Gran parte del mundo musulmán sunita celebra hoy el final del Ramadán. En Teherán, como en Pakistán y Omán, habrá que esperar a mañana. En Indonesia se movilizan más de 100 millones de personas, Arabia Saudita refuerza la seguridad y prepara casi 21 mil mezquitas y lugares de oración. El final de las restricciones contra el Covid y el regreso de las reuniones comunitarias.
Riad (AsiaNews) - Con el avistamiento de la primera luna, los musulmanes sunitas -los chiitas tendrán que esperar hasta mañana- celebran hoy el Eid al-Fitr. Es la fiesta que marca el final del Ramadán -el mes sagrado de ayuno y oración- y es uno de los momentos más importantes para el islam, caracterizado por las celebraciones comunitarias que se retomaron después de los cierres y restricciones impuestos por la pandemia del Covid.19. El Eid de este año también está caracterizado por luces y sombras para el mundo musulmán, que observa con preocupación la reciente violencia en Sudán pero encuentra elementos de consuelo y esperanza en los diálogos entre Riad y Teherán que han generado destellos de paz en Yemen.
Con motivo de la festividad, los fieles de Mahoma agradecen a Alá por darles fuerza y bendiciones, con la esperanza de que el Ramadán les haya ayudado a acercarse a Dios y a la perfección. El primero en celebrar el Eid fue el profeta que dio origen a la fe islámica en el año 624 d.C., tras la victoria en una batalla. Las celebraciones varían entre sunitas y chiitas, o según sus lugares de origen. Los musulmanes se reúnen en mezquitas o al aire libre, para tomar su primera comida a la luz del día; la fiesta es también ocasión de encuentros interreligiosos.
En Yemen, azotado en los últimos días por la tragedia en un acto benéfico que se cobró decenas de vidas, las autoridades religiosas han decretado el comienzo del Eid hoy. En Indonesia, el Ministerio de Asuntos Religiosos dispuso que la festividad comience mañana por la mañana, mientras que la Muhammadiyah -el segundo grupo más numeroso, con 60 millones de fieles- inicia hoy las celebraciones. De ahí el pedido del ministro a los miembros de la comunidad para que lo celebren en casas particulares, para "respetar" a los que todavía ayunan. Las estimaciones del gobierno hablan de 123 millones de ciudadanos moviéndose por el archipiélago y sus 17.000 islas, con 18 millones partiendo del área metropolitana de Yakarta.
En el plano diplomático, Riad y Teherán están encontrando nuevas vías de diálogo, sobre todo en Yemen, mientras que en el religioso persisten las diferencias: los sauditas, referentes del mundo sunita, celebran hoy el final del Ramadán, al igual que Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Siria, Líbano, Egipto y Afganistán; los ciudadanos de la República Islámica chiita -junto con los musulmanes del Sultanato de Omán y Pakistán- tendrán que esperar a mañana porque la luna nueva aún no era visible.
Para garantizar la seguridad de los fieles, Arabia Saudita destinó 6.000 agentes más -hombres y mujeres- que controlarán los lugares de culto y las zonas dedicadas a la oración. Según fuentes gubernamentales, hay unas 20.700 mezquitas y espacios al aire libre donde se celebra el final del Ramadán. Sin embargo, los musulmanes más celosos también podrán ayunar durante los seis días siguientes, según un credo especial por el que una buena acción en favor del Islam se recompensa 10 veces. Así, ayunar 30 días durante el Ramadán y más en el mes de Shawwal garantiza un año de prosperidad y buena voluntad.
Para muchos, el Eid es también una oportunidad para recordar y solidarizarse con las víctimas del dramático terremoto del 6 de febrero en Siria y Turquía, que se cobró decenas de miles de vidas. En esas zonas, explica en un editorial la agencia oficial emiratí Wam, la festividad está marcada por "la tristeza por la pérdida de seres queridos y el temor a un futuro incierto". Por otra parte, a diferencia de años anteriores, prosigue la reflexión, "el espectro del Covid se ha alejado lo suficiente como para permitir las oraciones comunitarias, las visitas familiares y el iftar [la cena que marca el final del ayuno] en grupo, sin restricciones. Este aspecto social del Ramadán no puede descuidarse y millones de musulmanesse alegrarán de que la enfermedad -aunque no esté erradicada- ya no interrumpa las celebraciones” concluye Wam.
06/05/2019 13:19
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