Día de Todos los Santos: Filipinas celebra la muerte a través de la vida
En Filipinas, el 1 de noviembre se llama "Undas", una festividad que brinda a la gente la oportunidad de reunir a sus familiares, vivos y muertos. Una tradición compartida con México tras ser llevada a ambos países por los colonizadores españoles.
Manila (AsiaNews) - El 1 y el 2 de noviembre en Filipinas se llaman respectivamente Undas (Día de Todos los Santos) y Día de Todos los Difuntos, el equivalente al Día de los Muertos. Muchas familias recuerdan a sus muertos en ambos días hasta tal punto que algunas llevan sus lechos a los cementerios.
Para la mayoría de la gente, Undas es una oportunidad de reunión familiar, incluso para quienes viven y trabajan lejos de casa, una ocasión tan sentida que mucha gente hace el viaje, aunque suele ser un proceso largo y costoso en el que intervienen aviones, barcos, transbordadores, coches y demás.
La tradición -traída por los españoles cuando colonizaron la costa de Filipinas- es que las familias limpien las tumbas cuando van al cementerio. También se compran flores y se colocan cerca de la tumba. Para los Undas en particular, las flores son muy importantes: pueden ser sencillas o en imaginativos ramos. Los floristas tailandeses están muy ocupados en esta época del año: la gente también compra arreglos florales a las puertas de las tumbas, igual que hacen en México, que comparte con Filipinas la colonización española.
Encender velas o incienso es otro elemento importante para honrar a los muertos, junto con las oraciones. También se prepara mucha comida para esta fiesta filipina, sobre todo la que era preferida por el difunto. Este gesto se considera un verdadero regalo para demostrar que los vivos siguen pensando en los muertos. La familia disfruta de la comida en su honor.
Por último, algunas personas pasan la noche con sus seres queridos en el cementerio: "En estas tumbas que nos rodean descansan nuestros seres queridos que nos amaron, nos cuidaron y creyeron en nosotros. Por eso los visitamos, para demostrarles nuestro amor", afirma el padre Daniel Franklin E. Pilario, profesor de teología en la Universidad Adamson de Manila. "¿Por qué llevar flores si no pueden olerlas? ¿Por qué llevarles comida si no pueden comer? ¿Por qué seguir encendiendo una vela que no pueden ver? Nuestra respuesta es: porque viven. Verán, oirán y sabrán que hoy estamos aquí", concluye el padre Pilario, que recuerda cómo en la concepción de los filipinos no existe una diferencia real como en otras partes del mundo entre el Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos. "Todos están vivos y con Dios".
17/12/2016 13:14