'Dignitas Infinita': de la guerra a la bioética, los rostros de la humanidad vulnerada
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha publicado una nueva declaración doctrinal sobre el respeto debido a la persona "más allá de cualquier circunstancia". "No" a cualquier intento de debilitar los derechos humanos de los más frágiles, pero también a cualquier pretensión de oscurecer la diferencia sexual entre varón y mujer. Cardenal Fernández: una mirada integral a lo humano.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Para la Iglesia católica cada persona “creada a imagen y semejanza de Dios y redimida en Cristo Jesús” es portadora de su propia “inalienable dignidad”. Este principio "es válido en cualquier estado o situación" y no admite que la sociedad pueda considerar algunas de sus violaciones menos graves que otras. Sobre ese principio fundamental se apoya la nueva declaración Dignitas Infinita que publicó hoy el Dicasterio de la Doctrina de la Fe con la aprobación del Papa Francisco y fue presentada esta mañana en una rueda de prensa en el Vaticano por el prefecto del organismo doctrinal, el Card. Víctor Manuel Fernández, quien firma este documento junto con el secretario Mons. Armando Mateo.
En 2019 la entonces Congregación comenzó a trabajar en un texto centrado en la imprescindibilidad del concepto de dignidad de la persona humana en la antropología cristiana. El tema está profundamente vinculado con el debate actual sobre los derechos humanos, cuya Declaración Universal -promulgada hace 75 años- ya fue definida por Juan Pablo II como una "piedra miliar" en el camino del género humano. Hoy, sin embargo - observa el documento - existe el riesgo de "equívocos" y lecturas parciales de este importante texto, que pueden incluso limitar el alcance de la idea de que toda persona es por su propia naturaleza portadora de una dignidad que en ningún caso puede ser anulada.
Por eso la declaración Dignitas Infinita insiste en la necesidad de un respeto verdaderamente incondicionado de la dignidad de cada persona. “Algunos proponen que es mejor utilizar la expresión “dignidad personal” (y derechos “de la persona”) en lugar de “dignidad humana” (y derechos “del hombre”), porque entienden por persona sólo “un ser capaz de razonar' - observa el texto -. En consecuencia, sostienen que la dignidad y los derechos se infieren de la capacidad de conocimiento y de libertad, de las que no todos los seres humanos están dotados. En ese caso no tendría dignidad personal el niño no nacido ni el anciano no autosuficiente ni los portadores de discapacidad mental". "La Iglesia, por el contrario, insiste en el hecho de que la dignidad de toda persona humana, precisamente porque es intrínseca, permanece 'más allá de cualquier circunstancia', y su reconocimiento no puede depender de ninguna manera del juicio sobre la capacidad de una persona para comprender y actuar libremente. De lo contrario, la dignidad no sería como tal inherente a la persona, independiente de sus condicionamientos y, por tanto, merecedora de un respeto incondicionado".
A partir de esta premisa el documento señala en su parte final algunas "graves violaciones de la dignidad humana" en el contexto actual. Son 13 ámbitos en los que el propio Papa Francisco pidió expresamente al Dicasterio para la Doctrina de la Fe "poner de relieve en el texto algunas temáticas estrechamente relacionadas con el tema de la dignidad, como por ejemplo el drama de la pobreza, la situación de los emigrantes, las violencias contra las mujeres, la trata de personas, la guerra y otros". “Si algunos nacen en un país o en una familia donde tienen menos oportunidades de desarrollo - dice la declaración - hay que reconocer que eso está reñido con su dignidad, que es exactamente la misma que la de quienes nacen en una familia o en un país ricos". Pero esta misma mirada lleva a la Iglesia a reiterar que el aborto es también una violación de la dignidad de la persona, como lo es la eutanasia, porque "no existen condiciones en ausencia de las cuales la vida humana deje de ser dignamente tal y pueda, por tanto, suprimirse". Así como también es una grave violación de la dignidad humana la "cultura del descarte", que margina "a quienes se encuentran en una condición de déficit físico o psíquico".
Otro de los posibles equívocos que aborda el documento es la "teoría del gender". Por un lado, el texto vaticano sostiene que "se debe denunciar como contrario a la dignidad humana el hecho de que en algunos lugares se encarcele, torture e incluso prive del bien de la vida, a no pocas personas únicamente por su orientación sexual". Al mismo tiempo, sin embargo, rechaza "las reivindicaciones de nuevos derechos" planteados a partir del oscurecimiento de la "referencia a la ineliminable diferencia sexual entre varón y mujer". Así como afirma que la salvaguardia de la dignidad humana pasa también por el respeto a la dignidad del propio cuerpo. Y, en virtud de ello, afirma que toda operación de cambio de sexo constituye una amenaza a la "dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción".
“Dignitatis Infinita es una invitación a considerar el tema de la dignidad de la persona en su conjunto, no deteniéndose en un tema u otro, como si un aspecto pudiera considerarse menos importante que los demás”, explicó el Card. Fernández durante la rueda de prensa de presentación. De hecho, como recuerda el documento, la idea misma de dignidad humana ayuda "a superar la perspectiva reductiva de una libertad autorreferencial e individualista, que pretende crear los propios valores prescindiendo de las normas objetivas del bien y de la relación con los demás seres vivos".
17/12/2016 13:14
10/11/2019 13:21