Delhi y Beijing en la cumbre de los BRICS: diálogo y diplomacia para aliviar las tensiones

Según los observadores internacionales, es una tregua pragmática en el marco de una larga rivalidad. Los representantes diplomáticos de ambos países reanudarán en Ladakh los encuentros para gestionar la controversia a lo largo de la frontera. Dialogar con todos sirve a Modi para mostrarse como un líder creíble del Sur global.

Kazán (AsiaNews/Agencias) - Por primera vez en casi cinco años el primer ministro indio Narendra Modi y el presidente chino Xi Jinping mantuvieron ayer un encuentro formal al margen de la cumbre de los BRICS que concluye hoy en Kazán, Rusia. El encuentro fue anticipado por el anuncio de que se había alcanzado un acuerdo sobre el patrullaje de lo que se denomina "Línea de Control Actual" (LAC), la frontera de aproximadamente 3 mil kilómetros que separa a los dos países en la disputada región de Ladakh.

Las relaciones quedaron congeladas cuando se produjo un enfrentamiento en la frontera en 2020 y murieron 20 soldados indios y cuatro chinos, lo que puso freno a los encuentros diplomáticos y el comercio. La reunión de ayer entre Modi y Xi constituye el primer paso hacia un enfoque diferente de las relaciones, aunque - afirman los expertos - probablemente no sea más que una tregua pragmática en el marco de una larga rivalidad.

"El primer ministro Modi destacó la importancia de no permitir que las diferencias en cuestiones fronterizas perturben la paz y la tranquilidad en nuestras fronteras", dijo el subsecretario de Relaciones Exteriores de la India, Vikram Misri, en una conferencia de prensa. Los dos líderes coincidieron en el "papel crucial" que han desempeñado los "representantes especiales para la cuestión de la frontera entre India y China", función que asumieron el asesor de seguridad nacional de la India, Ajit Doval, y el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi. "Ambos líderes están convencidos de que las relaciones bilaterales estables entre China y la India, los dos países más poblados del planeta, tendrán un impacto positivo en la paz y la prosperidad regional y global", añadió el subsecretario, y subrayó, para ello, la necesidad de volver "al camino de la normalización" de las relaciones.

Respondiendo a una pregunta sobre el papel de Moscú en la mediación entre los dos vecinos, el subsecretario Misri respondió: “Estamos en Kazán, que se encuentra en Rusia. Y agradecemos a Rusia por haber proporcionado la sede”.

El comunicado que difundieron los medios chinos es similar al de la India: "Las dos partes deben reforzar la comunicación y la cooperación, resolver los conflictos y diferencias y alcanzar sus respectivos objetivos de desarrollo", escribió la agencia de noticias Xinhua.

Durante los últimos cuatro años Xi y Modi se habían reunido al margen de importantes eventos multilaterales, pero el año pasado el presidente chino no asistió al G20 en Nueva Delhi. Después de los enfrentamientos en la frontera de Ladakh, la India intensificó los controles sobre las inversiones chinas, bloqueó los vuelos civiles directos entre ambos países (aunque mantuvo los comerciales) y obstaculizó la concesión de visas a los ciudadanos chinos.

Algunos observadores han señalado la necesidad de China de mitigar las tensiones geopolíticas para hacer frente a una economía que sigue estancada. Pero sobre todo es Delhi la que depende de Beijing para su producción industrial: en 2020 las exportaciones indias a China ascendieron a 16,61 mil millones de dólares y se mantuvieron estables en 16,65 mil millones el año pasado. Las importaciones desde China, sin embargo, pasaron de 65.260 millones de dólares en 2020 a 101.740 millones en el último año fiscal.

La India mantiene estrechos vínculos con Rusia (a la que compra petróleo a precios reducidos a pesar de las sanciones internacionales por la invasión de Ucrania), pero también mantiene estrechos vínculos con aliados occidentales y forma parte del Quadrilateral Security Dialogue (QUAD), el foro de diálogo que reúne a Estados Unidos, Australia y Japón para contrarrestar la influencia china en el Indo-Pacífico. Mostrarse dispuesto al diálogo con China, su rival histórico, le sirve a Modi para presentarse como un líder creíble del Sur global.