Dacca, la Iglesia: El homicidio de los activistas LGBT, fracaso moral del gobierno

Después de la ejecución de dos jóvenes homosexuales por parte de “desconocidos”, el presidente de la Comisión episcopal Justicia y Paz dice a AsiaNews: “No importa cuál sea su estilo de vida, cada vida humana es sagrada. Matar de este modo es obra de terroristas. El gobierno debe garantizar a cada ciudadano protección”. Rosaline Costa, amiga de una de las víctimas: “Basta de compromisos con los partidos islámicos”.

Dacca (AsiaNews)- Cada vida humana “es sagrada y va preservada, no importa cuál sea el estilo de vida que se adopte”. “La Iglesia católica ciertamente no aprueba los comportamientos de LGBT, pero al mismo tiempo condena con la mayor fuerza posible el horrible homicidio de los dos exponentes de aquella comunidad”. Lo dice a AsiaNews, mons. Gervas Rozario, obispo de Rajshahi y presidente de la Comisión episcopal Justicia de y Paz, comentando la muerte brutal de Xulhaz Mannan y de su compañero Tonoy Majumder. Ambos fueron asesinados por “desconocidos” con la fuerza en su departamento el pasado 25 de abril.

La Iglesia, retoma mons. Rozario, “llora a estos muertos”. “Nosotros reconocemos y afirmamos el derecho a la vida de todo ser humano: matar de este modo es obra de terroristas y nosotros lo condenamos. Sin embargo el gobiern fracasó del punto de vista moral, porque es el gobierno que debería asegurar la seguridad de cada ciudadano prescindiendo de su modo de vivir. Si homicidios de este tipo pasan en silencio, entonces quien pierde más es el propio gobierno. La policía debe preservar a los ciudadanos, sin prejuicios religiosos o políticos”.

Rosaline Costa, amiga personal de una de las víctimas, agrega: “Me pregunto si el gobierno piensa llevar a los culpables delante de la justicia. Son una amenaza para todos nosotros, hasta para los vértices del ejecutivo: si piensan que están al seguro, se equivocan. No se pueden hacer compromisos sobre la seguridad en nombre del islam, basta de compromisos con los partidos islámicos. La religión musulmana no permite actos de este tipo”.

La mujer conocía a Xulhaz de hace unos diez años: “Era una persona amorosa, siempre dispuesto a ayudarte, sereno y muy amigable”. “Fue masacrado con crueldad”. “¡Es extraño que el gobierno calle!”. “También porque, me pregunto, ¿hay seguridad para alguien en Bangladesh? No puedo hablar con libertad o decir lo que quiero, no soy libre de moverme o ir a donde deseo, no soy libre de expresarme”.

Sin embargo, concluye: “la libertad es el mejor don y más importantes de Dios, que me dio cuando nací. Ahora veo que este don es aplastado por el gobierno y por los terroristas islámicos. Por el poder, esta gente está dispuesta a hacer de todo. Hasta hacer desaparecer los derechos de la población y los dones del Señor”.