Cáritas Papúa Nueva Guinea condena la violencia de los 'guerreros de la oración'
Cáritas Papúa Nueva Guinea ha pedido al gobierno del país que financie adecuadamente a las fuerzas del orden para que puedan frenar el aumento de la criminalidad y la violencia. Algunos ataques han sido perpetrados por grupos que nada tienen que ver con la Iglesia católica que, por el contrario, se ha comprometido a esforzarse para revertir esta sangrienta tendencia.
Port Moresby (AsiaNews)- Una ola de crímenes sin precedentes en Papúa Nueva Guinea amenaza con destruir el tejido social. La violencia se manifiesta en todas sus formas, desde la violencia familiar hasta los conflictos étnico-tribales y pasando por la delincuencia juvenil. En los últimos meses se han producido decenas de asesinatos en las provincias de Madang, Morobe, Northern y Milne Bay y los sospechosos también han sido acusados de brujería. Pero lo preocupante es el hecho de que "muchos contactos de las parroquias y de Cáritas en la zona indican que el número de muertes debidas a la violencia y los conflictos es mucho mayor de lo que se informa", explicaron en una conferencia de prensa convocada por la arquidiócesis de Port Moresby el obispo Justin Ain Soongie, auxiliar de la diócesis de Wabag y vicepresidente de Cáritas Papúa Nueva Guinea (CPNG), el padre Giorio Licini, misionero del PIME y secretario general de la Conferencia Episcopal y la directora nacional de Cáritas PNG, Mavis Tito.
En este contexto, el silencio de las instituciones es ensordecedor. Mons. Ain Soongie informó que en Wapenamanda, en la provincia de Enga, la población se había negado a unirse al conflicto tribal en curso y pidió a la policía que interviniera y restableciera la paz. “Esperaron tres semanas sin obtener ninguna respuesta; al final, se vieron obligados a tomar el asunto en sus propias manos. Como resultado, murieron varias personas y se han producido grandes daños en las viviendas, escuelas, instalaciones sanitarias e iglesias. La gente no elige morir, son las élites ricas las que patrocinan estos conflictos comprando armas y municiones para los miembros de su tribu. Mientras ellos disfrutan de una vida de lujo en la ciudad, mucha gente muere en las aldeas".
Uno de los grupos más sanguinarios de esta ola de violencia es el de los "Guerreros de la Oración", que a veces también se hacen llamar 'Grupo Ministerial' [Ministry Group]. Este no es un grupo, ni mucho menos un ministerio, reconocido por la Iglesia católica, que de hecho condena sus acciones considerando que han estado implicados en varios casos de asesinato y han sido acusados de brujería", explican desde el CPNG. La directora de Cáritas PNG, Mavis Tito, explicó que Cáritas PNG, como organización que promueve la dignidad de la persona humana, está profundamente preocupada por los niveles de violencia sin precedentes que se están verificando en diferentes partes del país: “Pedimos al gobierno que condene todas las acciones que lesionan la dignidad humana y que se comprometa a defender este principio".
Son precisamente las entidades religiosas las primeras que marcan el rumbo, como explicó el p. Licini, que elogió a las parroquias y a grandes sectores de la sociedad civil - incluidos los medios de comunicación - por su esfuerzo conjunto para frenar la violencia, pero también pidió que no se difundieran noticias equivocadas: "Los medios de comunicación están haciendo un trabajo encomiable - concluyó el secretario de la Conferencia Episcopal - pero el 20 de septiembre el Post Courier informó en primera página que un guerrero de la oración arrestado pertenecía a la Iglesia católica. Es un grave error: las actividades criminales y de brujería que llevan a cabo estas personas están claramente desvinculadas de las comunidades católicas a las que pertenecen".
17/03/2022 14:47