Colombo, un arbolito de mango para cultivar la fe de los jóvenes católicos
Cerca de 25 jóvenes alumnos de confirmación del grupo de Jóvenes Estudiantes Cristianos (Ycs) se sumaron a la iniciativa. Un doble propósito: aprender qué significa ser padrino o madrina y cuidar la naturaleza como pide el Papa Francisco. Para el sacerdote, también es una manera de que tomen distancia de la tecnología y vuelvan a relacionarse con la naturaleza.
Colombo (AsiaNews) - La plantita de mango es el símbolo de una fe joven, todavía inmadura, que necesita cuidados y alimentación todos los días, con oración y con obras, para poder crecer y convertirse en un árbol. Dirigidos por su párroco, participan de la iniciativa un grupo de 25 chicos y chicas de la parroquia St. Francis Xavier en Wewala que pertenecen al movimiento de Jóvenes Estudiantes Cristianos (Ycs) y recibirán el sacramento de la Confirmación en las próximas semanas. "Una hermosa idea", dicen a AsiaNews. “Cuidamos esta planta de la misma manera que nuestra vida", para "gozar después de sus frutos". También es una manera de responder a lo que nos pide el Papa Francisco, quien "nos invita a cuidar el medio ambiente".
El 31 de enero se entregaron las plantitas, durante la primera de muchas reuniones de preparación para el sacramento de la confirmación en la arquidiócesis de Colombo. Este es uno de los proyectos dirigidos al mundo de los jóvenes en el contexto de la "Revolución Verde", como respuesta a las orientaciones que ha dado el Papa Francisco en la encíclica "Laudato Sì". Los jóvenes recibieron una planta de mango que deben llevar a sus casas y también algunas otras para poner en los jardines de la parroquia.
En diálogo con AsiaNews, el padre Manoranjan De Silva, el párroco, explicó que estos jóvenes se preparan para recibir el sacramento de la confirmación, y después ellos mismos podrán ser padrinos y asumir la responsabilidad que eso significa. Tendrán que cuidar a sus ahijados y acompañarlos en el proceso de crecimiento. "Nuestro primer pensamiento -explica- es darles la oportunidad de tener una experiencia que los ayude en el futuro", para que sepan cuidar lo que se les encomienda".
El segundo propósito del proyecto, sigue diciendo el padre Manoranjan, "es que los seres humanos están destruyendo el medio ambiente del mundo de una forma cada vez más rápida. Por eso, plantar estos arbolitos en la tierra es un gesto esencial ”y una manera de hacer un aporte “a la producción de oxígeno, que es imprescindible para la vida misma”. Si cada uno "plantara 10 plantas en su vida, haría un gran aporte para toda la humanidad". Por último, es una manera de ayudar para que "una generación cada vez más inmersa en la tecnología y poco atenta a la naturaleza recupere el contacto con el medio ambiente", y sea capaz de construir y vivir "un futuro mejor".
Sashmitha Divayanjali, Sandeepa Mandakini, Sanduni Savindya y Dinushi Ransirini forman parte del grupo Ycs que adhirió a la iniciativa de los arbolitos de mango. “Nunca antes habíamos pensado - confiesan a AsiaNews - en participar en iniciativas de este tipo y llevarnos una plantita a casa y cuidarla hasta que se convierta en un gran árbol. Tendremos que cuidar esta planta dándole agua y alimento” y “protegerla, para evitar que problemas indeseados impidan su crecimiento”.
05/12/2016 17:00