Calcutta, la ‘Casa de la esperanza’ y la amistad entre Jean Vanier y Madre Teresa

de Nirmala Carvalho

“Asha Niketan” (la Casa de la esperanza) es una de las comunidades del Arca, fundada por Jean Vanier en 1973. El terreno sobre la cual surge ahora la casa fue donado por Madre Teresa, que a menudo visitaba a los residentes de la comunidad. “Todas las veces que Jean Vanier se encontraba en Calcuta, iba a visitar a Madre Teresa”. Mons. Thomas D’Souza: “Jean Vanier descubrió el valor del amor en el escuchar con el corazón a las personas con especial habilidad”.

Calcuta (AsiaNews) – “En los últimos 49 años, Jean Vanier visitó India muchas veces. Todas las veces que Jean Vanier se encontraba en Calcuta, iba a visitar a Madre Teresa”. Así el señor Rana, director de la “Casa de la esperanza”, recuerda la amistad entre el fundador de las comunidades del Arca y la fundadora de las Misioneras de la Caridad, comentando la noticia de la muerte de Vanier, sucedida el pasado 7 de mayo.

“Jean Vanier y Madre Teresa – continúa Rana - eran como hermano y hermana. Ellos compartían el amor por las personas, especialmente por aquellas que eran diferentes”.

Mañana a las 15, la Casa de la esperanza (“Asha Niketan”) tendrá un especial servicio de oración en recuerdo del fundador del Arca, la red de comunidades que acoge a personas sanas y personas con discapacidades.

La Casa de la esperanza en Calcutta es una de estas comunidades, fundada por Jean vanier en 1973. Su historia se entrelaza con la de Madre Teresa.

“En 1990-nara Rana- nos transferimos a la sede actual, en Tangra. El mismo Jean Vanier vino para la inauguración. El terreno nos fue donado por madre Teresa: nuestra casa está justo al lado de una de las comunidades de las Misioneras de la caridad, a cerca de 4 Km de la Casa Madre”.

La Casa de la Esperanza es un edificio de dos pisos que acoge a los residentes estables y a los asistentes, la oficina del director, una zona de reunión y de trabajo, con oficina y dos jardines.

“Estamos en el corazón de un barrio muy pobre, coco a codo con las Misioneras de la caridad. Muchos de nuestros residentes-explica aún Rana- vienen a vivir aquí después de haber sido hospedados por las hermanas. Aquí en Calcuta tenemos dos casas: Adi Bari e Thakur Bari, ambas acogen a adultos y niños con discapacidades mentales, junto a sus asistentes. Tenemos también una zona de trabajo para fabricar velas, tejidos batik, composiciones de papel, postales. En Adi Bari tenemos también un centro diurno donde los niños con discapacidades intelectuales juegan, aprenden a hacer trabajos simples y sus padres reciben guía y apoyo. Los niños que no logramos acomodar en modo permanente, son seguidos por un programa afuera. Los asistentes visitan sus casas una vez por semana; cada asistente cuida o se ocupa de uno de ellos”.

En el presente, la Casa de la Esperanza acoge a 90 residentes, de los 4 años hasta los 62 años. Rana, es director desde hace 2 años, trabaja en la comunidad desde hace 30 años. “Madre Teresa-dice- venía a visitarnos a menudo. Y Jean Vanier era una persona simple y espiritual. Él encontraba la alegría, en la alegría de las personas simples”.

Otro de los frecuentadores de la Casa de la Esperanza es el arzobispo de Calcuta, Mons. Thomas D’Souza. A AsiaNews comenta: “Jean Vanier descubrió el valor del amor en el escuchar con el corazón a las personas con especial habilidad. Las personas que viven en la Asha Niketan lo impactaron y lo cambiaron. Al mismo tiempo, su acercamiento humano y espiritual transformó a los residentes de Asha Niketan y a aquellos que los sirven. Aquí en Calcuta hemos recibido la noticia de la muerte de Jean Vanier con un corazón lleno de gratitud hacia su testimonio y rezamos por él y por su eterno descanso”.