Beijing exalta a los olímpicos, los chinos critican el gasto y el despilfarro
Los Juegos de París se clausuraron ayer, con China segunda detrás de Estados Unidos (129 a 91, pero 40 oros para cada uno) en el medallero. Para el gobierno, el acontecimiento era una cuestión de imagen y el habitual desafío a Estados Unidos. Pero los internautas desairaron las celebraciones oficiales, lanzando acusaciones y críticas en Internet sobre el exceso de personal, la financiación y el despilfarro del dinero público.
Beijing (AsiaNews) - Los focos se apagaron ayer, con el último día de competiciones y la ceremonia de clausura, de los Juegos de la XXXIII Olimpiada, más conocidos como París 2024, un acontecimiento al que China ha dado amplio protagonismo y una fanfarria mediática dispuesta a narrar las hazañas de los más de 400 atletas a la caza de medallas y récords. Para Beijing, el acontecimiento era una cuestión de imagen en la carrera por el último triunfo con Estados Unidos, que, una vez más, vio triunfar a las barras y estrellas: Estados Unidos ganó 40 medallas de oro, 44 de plata y 42 de bronce para un total general de 126 medallas; el país del dragón tuvo que "conformarse" con el puesto de honor con 40 oros (igual mérito que Washington), 27 platas y 24 bronces para un total de 91 atletas en el podio. Todo este bombo y platillo, sin embargo, choca con la falta de entusiasmo del público chino, que parece haber acogido y seguido los Juegos Olímpicos con indiferencia e incluso un poco de resentimiento.
Las razones de esta falta de interés se desprenden de los miles de comentarios dejados en estas semanas de competiciones por los internautas en Toutiao y Weibo -populares plataformas sociales chinas-, muchos de los cuales se preocupan por cómo el envío de la masiva delegación olímpica a París puede haber lastrado las finanzas públicas ante los problemas económicos que atraviesa parte de la población. 700 personas [entre atletas y miembros del personal]. ¿Cuánto cuesta eso? Es un despilfarro del dinero de los contribuyentes", se queja un usuario, a lo que se suma otro: "¿Qué demonios tiene que ver ganar medallas de oro con nosotros, la gente corriente?", y de nuevo: "¡Todo ese dinero se habría invertido mejor en mejorar la vida de la gente!", "Las actividades recreativas son para los ricos. Aquí nadie tiene dinero, así que a nadie le importa", o: "¿Dónde hay un trabajo para mi hijo? Eso es lo que me importa".
De estos comentarios se desprende claramente cómo ha cambiado con el tiempo la percepción de muchos ciudadanos chinos hacia las Olimpiadas: mientras que en el pasado acumular medallas se consideraba una forma necesaria de redención nacional y una fuente de orgullo, hoy la prioridad es sin duda llegar a fin de mes. Por otra parte, de poco sirve el orgullo patriótico si "no te llena la barriga", dice lacónicamente un aficionado a Weibo.
Por eso, no es difícil entender la indignación de algunos internautas chinos ante la noticia de que la delegación china habría llevado consigo aparatos de aire acondicionado para instalarlos en la Villa Olímpica, en polémica contra los organizadores de los Juegos que, por razones medioambientales, prefirieron optar por soluciones alternativas. Poco importan los efectos del calor parisino en el rendimiento de los atletas a quienes se ven obligados a soportar altas temperaturas cada día para ahorrar en la factura de la luz o trabajar al aire libre. Con la temperatura actual en París, tus padres te maldecirían por encender el aire acondicionado si estuvieras en China", escribe un comentarista. Otro, refiriéndose al llamamiento del presidente Xi Jinping a los jóvenes para que "soporten la adversidad" (chi ku), pregunta con sarcasmo: "¿Dónde está ahora toda la retórica sobre las virtudes del trabajo duro y de soportar las dificultades?".
Incluso antes del comienzo de los Juegos, las palabras del chef del equipo olímpico chino de tenis de mesa, que reveló que los atletas sólo comen carne de cerdo transportada en avión desde granjas estatales especiales que no utilizan clembuterol, habían causado revuelo. Una droga que, aunque prohibida en China, sigue utilizándose para mejorar el rendimiento productivo de los cerdos, pero que puede tener efectos dopantes en los humanos, perjudicando su salud a largo plazo. Lástima, sin embargo, que no todos los chinos tengan el privilegio de poder comer alimentos que no estén contaminados con sustancias nocivas, señala un bloguero en WeChat, atento al reciente escándalo alimentario en China.
La propia cadena estatal CCTV ha sido objeto de burlas por el gran número de periodistas -más de 2.000- enviados a París para cubrir los Juegos Olímpicos. "¿Por qué envía la CCTV a tantos reporteros?", se preguntaba un usuario de Weibo. "¿Intentan asustar a los franceses?", "Habrá más reporteros que atletas", señalaba otro. Para dar aún más resonancia al acontecimiento, este año por primera vez las competiciones de los deportes olímpicos favoritos de China se proyectaron en directo en cines de todo el país, gracias a un esfuerzo conjunto de la CCTV y China Film, la principal distribuidora cinematográfica del país.
La iniciativa, sin embargo, no parece haber tenido el éxito esperado: una encuesta realizada por el diario China Daily revela que el 70% de los encuestados no animarían a sus favoritos ante la gran pantalla, prefiriendo la comodidad de sus hogares. Una tendencia ya anticipada por la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, que en Shanghai sólo fue proyectada por dos de los veinte cines programados, debido a la falta de reservas. Mientras que en Tianjin se canceló la programación, ya que sólo se habían vendido seis entradas la víspera del evento, debido también a la diferencia horaria.
26/07/2021 12:57
28/07/2021 11:57