Beijing, reglas sobre las actividades religiosas de los extranjeros: las religiones como espionaje
Las nuevas reglas exigen una separación total entre los grupos religiosos extranjeros y los grupos religiosos chinos. Exigen la sumisión total de los extranjeros a las leyes, regulaciones y políticas de China. Control de los miembros del grupo (citando nombres, visa, residencia), el material utilizado (libros, folletos, audio-video) y los lugares de encuentro. No debe haber símbolos religiosos visibles desde el exterior.
Beijing (AsiaNews) - La Administración Estatal de Asuntos Religiosos (SARA) ha difundido un borrador de "normas detalladas" sobre "las actividades religiosas extranjeras en la República Popular China". El texto se dio a conocer para recibir correcciones y sugerencias del público, pero por lo general estos borradores quedan prácticamente sin cambios.
El texto consta de 40 artículos que dan directivas sobre los encuentros, lugares, características y contenidos de las reuniones, así como los intercambios entre extranjeros y chinos, el material religioso y la cantidad que se puede importar (libros, videos, etc ...) , e incluso las responsabilidades legales. Este último capítulo (el 4º, nn. 30-36) es el que produce mayor impresión, porque habla de "castigos conforme a la ley" y se cita el Reglamento sobre actividades religiosas y las leyes sobre "sanciones de seguridad pública" y "contra el espionaje".
La sospecha de que las actividades religiosas son una forma de "espionaje" está presente en todo el borrador. Aunque afirma que "China respeta la libertad religiosa de los extranjeros en su territorio y protege las actividades religiosas de acuerdo con la ley" (N. 4), todo grupo, individuo o actividad debe estar sujeto a condiciones muy estrictas verificadas periódicamente por la Oficina de asuntos religiosos de la ciudad, condado, provincia y nación.
Respetar la "independencia" y la "autonomía"
Por ejemplo, para ejercer actividades religiosas en China, los extranjeros deben “obedecer las leyes, regulaciones y reglas chinas; respetar el principio chino con respecto a la independencia religiosa y la autonomía de organización; aceptar la administración legal del gobierno chino; no deben utilizar la religión para dañar los intereses nacionales de China, el interés público de la sociedad o los intereses y derechos legítimos de los ciudadanos, y no deben ser contrarios al orden público y las costumbres chinas" (núm. 5).
Los católicos podrían tener problemas con los términos de "independencia" y "autonomía". Estos se utilizan siempre para indicar "independencia" del Papa y "autonomía" de la Iglesia universal y se imponen incluso ahora que hay un acuerdo entre China y la Santa Sede sobre el nombramiento de obispos. Según estos borradores, un extranjero (como el Papa) no puede "interferir o controlar los asuntos de las organizaciones religiosas chinas" (n.21,1).
Para subrayar el sentido de "independencia" y "autonomía" de las religiones chinas, se afirma claramente que las actividades religiosas de los extranjeros deben tener solo miembros extranjeros, aunque a veces pueden utilizar " temporalmente templos o iglesias" locales, y solicitar al personal chino que realice algún rito o sacramento (n.17 y 20). Un dato curioso: toda la documentación para registrar el grupo - que solo puede estar formado por extranjeros - ¡se debe presentar en idioma chino! ( n.13.7).
También se prohíbe a los extranjeros establecer grupos religiosos, actividades o escuelas; hacer “proselitismo” entre ciudadanos chinos, reclutar seguidores o aceptar donaciones de ciudadanos chinos (n.21).
Aprobación sólo si "no es hostil a China"
Cada grupo debe registrarse y esperar - "dentro de los 20 días" - la autorización. En la inscripción es necesario anotar los nombres de los participantes, su número, su nacionalidad, el tipo de visado, la residencia, el tipo de actividad religiosa, fecha de caducidad y las medidas de seguridad (n.10, 13).
El material religioso también está sujeto al permiso del SARA; no se puede ingresar al país más de 10 ejemplares de un libro, panfleto o audio-video por motivos personales. Para recibir permiso para introducir el material, se debe presentar documentación que explique su contenido, que no debe "perjudicar la seguridad nacional de China" y no debe ser "contrario a los principios chinos de independencia religiosa y autogobierno" (n.25).
Se pueden realizar “intercambios religiosos y culturales” invitando a extranjeros a dar conferencias, cursos o sermones (n.22). Pero las personalidades extranjeras deben demostrar actitudes claras: además de respetar la "independencia" y "autonomía" mencionadas anteriormente, no deben "hablar ni realizar acciones antagónicas hacia China" (n.24) ni ser “hostiles a China" (n.8).
Después de presentar la documentación sobre identidad, curriculum vitae, motivo de la visita y organización que lo solicita, se debe esperar el permiso de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos.
Todas estas limitaciones, sumadas al volumen de papeles que se requiere para recibir un permiso, hará que resulte cada vez más difícil establecer grupos religiosos extranjeros en China. Pasa a ser imposible e ilegal ("criminal") tener relaciones con cristianos no oficiales, pero también resulta difícil tener relaciones pacíficas - sin la supervisión del SARA - con los cristianos oficiales. La situación también se vuelve difícil para los grupos extranjeros que buscan ser reconocidos, como mormones, cuáqueros, judíos y testigos de Jehová.
Aunque predican que quieren garantizar la libertad religiosa de los extranjeros, estas normas tienden a reducir o hacer desaparecer su presencia. No en vano - y es otro dato curioso - en los edificios (las “sedes temporales") donde se reúnen grupos religiosos extranjeros, "no debe haber símbolos religiosos en el exterior".
17/12/2016 13:14
07/09/2018 13:34