Bartolomé: trabajar para poner en práctica las concepciones ecológicas de nuestra fe
Este año se cumple el 30 aniversario del Indiktos como "Día de la protección del medio ambiente”.
Estambul (AsiaNews) - En su habitual mensaje del primero de septiembre, fecha de inicio del nuevo año eclesiástico según el calendario ortodoxo, el llamado “Indiktos”, el Patriarca ecuménico recordó que este año se cumple el 30o aniversario de la fecha en que el Patriarcado ecuménico de Constantinopla instituyó el Indiktos, como "Día de protección del medio ambiente”.
Bartolomé recordó que con su iniciativa, el Patriarcado ecuménico no pretendía dirigirse exclusivamente a los ortodoxos, sino también a todos los cristianos y a los fieles de las demás religiones, líderes políticos, ambientalistas y otros estudiosos, intelectuales y a todos los seres humanos.
Cabe recordar que el Papa Francisco elogió a Bartolomé en su Encíclica Laudato Sí (del 2016), ya que con su iniciativa ha inspirado a todos a proteger la Creación. En virtud de ello, desde entonces, las dos Iglesias se unen el primero de septiembre para celebrar la fiesta dedicada a la protección de lo creado.
En su homilía, Bartolomé subrayó que la iniciativa del Patriarcado ecuménico con respecto a la importancia de la protección de la Creación, tuvo como efecto promover la importancia de la verdad de la antropología cristiana y de su concepción cosmogónica. Al mismo tiempo, ha impulsado el pensamiento teológico contemporáneo, difundiendo la importancia de la visión eucarística, la utilidad de la creación y el espíritu ascético del cristianismo ortodoxo.
El interés del Patriarcado ecuménico, según resaltó Bartolomé, no surgió como una respuesta a la crisis ecológica moderna. Para la Iglesia, esta ha sido simplemente la ocasión y la oportunidad de expresar, desarrollar, proclamar y promover su visión cristiana acerca de la importancia de proteger lo Creado. Es precisamente la identidad eclesial y su teología, el fundamento de la constante preocupación de la Iglesia por el ambiente natural.
El Patriarca prosiguió diciendo que el respeto y la protección de lo creado constituye un aspecto de la fe y de la vida de la Iglesia como tal. La vida misma de la Iglesia es una “ecología vivida”, un verdadero respeto por la Creación, y la atención que se dedica a ella es una extensión de la Divina acción de gracias (Eucaristía) en todas las dimensiones de su relación con el mundo.
La Iglesia en cuanto ser eclesial, la ética ascética, el ministerio pastoral de la diaconía, la resiliencia de los fieles en un sentido recíproco, el deseo de eternidad, constituyen una comunidad de personas, cuya realidad física no es un objeto material útil para cubrir las necesidades de la humanidad, sino un acto de creación de Dios, que nos invita a respetarlo y a protegerlo, para que también nosotros nos volvamos co-creadores, gobernantes, custodios y sacerdotes de Su Creación, en un continuo acto de agradecimiento.
Por tanto, el Patriarca ecuménico ha resaltado que el problema ecológico revela que nuestro mundo está unido, que nuestros problemas son universales y compartidos, por lo que es necesaria una movilización general, a fin de afrontar las gravísimas consecuencias que derivan de ellos.
Bartolomé agregó que es inconcebible que la humanidad sea consciente de la gravedad del problema y continúe comportándose como si no lo fuera. Lamentablemente, en los últimos años, el crecimiento económico globalizado se ha caracterizado por una fetichización de los indicadores económicos, con el solo objetivo de maximizar las ganancias, lo cual ha exacerbado los problemas ecológicos y sociales.
Siendo que no hay un reconocimiento del carácter ilegal de semejante economía, se caerá en situaciones sociales y económicas fuera de control. Es por eso que las formas alternativas de desarrollo y el poder de la solidaridad social y de la justicia son ignorados y difamados.
El patriarca afirmó que debemos trabajar más activamente para poner en práctica las concepciones ecológicas y sociales de nuestra fe. Es extremadamente importante que cada uno de nosotros, comenzando por las parroquias, desarrolle iniciativas y prácticas ecológicas para la protección del medio ambiente, así como una serie de programas de educación ambiental, basada en el mensaje de Nuestro Señor Jesucristo.
En conclusión, Bartolomé afirmó que la solución a los grandes problemas de la humanidad es imposible si se carece de una orientación espiritual.
17/12/2016 13:14
23/12/2015