Arzobispo de Tokio: rezo para que no se destruyan las aspiraciones de la gente
Mensaje de solidaridad de Mons. Isao Kikuchi a la Iglesia de Myanmar. “Estoy impresionado por la gran dedicación y el compromiso del pueblo”. Un pedido al gobierno japonés.
Tokio (AsiaNews) - "Estoy impresionado por la gran dedicación y el compromiso del pueblo que he conocido y rezo intensamente para que sus esperanzas y aspiraciones no sean destruidas", dice el mensaje que Mons. Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio, envió a todos los obispos de Myanmar para manifestar su solidaridad y la de la Iglesia de Japón con la población y la Iglesia de Myanmar. El prelado, que visitó Myanmar el año pasado, reza "para que los sacrificios y las oraciones del pueblo de Myanmar traigan paz y renovación a su país".
Otras Iglesias de Asia han expresado su cercanía a la población y las comunidades cristianas, exhortándolas a la paz pero también a trabajar por la democracia. Hace pocos días, los cardenales de Asia hicieron conjuntamente una exhortación a la paz. La Iglesia de Corea y el Card. Yeom expresaron su simpatía a la población, recordando que Corea también vivió una transición de la dictadura militar a la democracia.
Activistas de Myanmar señalan que Japón ha condenado el golpe de Estado desde el punto de vista diplomático, pero no ha aplicado sanciones. Ellos piden sobre todo a las agencias japonesas para el desarrollo que corten la financiación a las empresas vinculadas a los militares de Myanmar y sus proyectos. Entre ellos, la construcción de un puente en la ciudad de Thanlyin.
Este es el mensaje de Mons. Kikuchi (fechado el 19 de marzo de 2021)
A la Conferencia Episcopal de Myanmar
A su presidente Cardenal Charles Bo
A los obispos de Myanmar
Excelencias,
en este tiempo de Cuaresma, cuando dedicamos nuestros esfuerzos a la oración y el sacrificio para renovar nuestra adhesión a Cristo, y alentamos una vida nueva en nuestras comunidades, nosotros en Tokio oramos para que el sacrificio y las oraciones del pueblo de Myanmar traigan paz y renovación a su país. Como hemos construido una relación de Iglesias hermanas con la Iglesia de Myanmar, estamos muy preocupados por la situación actual que afecta a toda la población.
Deseo asegurarles nuestra solidaridad orante con la Iglesia de Myanmar y su trabajo al servicio de los débiles y de la búsqueda de la paz para todos. Con el Santo Padre, rezamos para que quienes ejercen la autoridad trabajen con "voluntad sincera al servicio del bien común, de los derechos humanos y civiles fundamentales, para promover la justicia social y la estabilidad nacional en una convivencia armoniosa, democrática y pacífica" (como afirmó el arzobispo Ivan Jurkovič, Observador permanente ante las Naciones Unidas en Ginebra, el 12 de febrero de 2021).
Recuerdo con alegría mis visitas a Myanmar, la más reciente en febrero de 2020. Aunque solo estuve seis días, tuve la oportunidad de aprender mucho sobre la situación de la Iglesia en Myanmar, sus alegrías y desafíos, sus luchas y su resistencia. Estoy impresionado por la gran dedicación y el compromiso del pueblo que he conocido y rezo intensamente para que sus esperanzas y aspiraciones no sean destruidas.
Como ha dicho el Card. Charles (Bo), “La paz es posible. La paz es el único camino". He pedido a todas las iglesias de Tokio que oren por Myanmar y, desde nuestra pequeñez, ofrecemos apoyo y aliento a nuestros hermanos y hermanas de Myanmar.
Fraternalmente en Cristo.
+ Isao Kikuchi, SVD
Arzobispo de Tokio
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