Alerta por Abu Sayyaf en Borneo. Kuala Lumpur refuerza las medidas contra el terrorismo

de Steve Suwannarat

En la mira, Mudzrimar, el número dos del movimiento islamista filipino, que estaría buscando refugio en Sabah y podría reactivar células aliadas locales. Brigadas especiales a caballo patrullan la frontera entre la parte peninsular de Malasia y las cuatro provincias de Tailandia, escenario del conflicto independentista con la minoría musulmana.

Kuala Lumpur (AsiaNews) - Se eleva la amenaza del terrorismo ligado a al-Qaeda y el gobierno malasio toma medidas precautorias. Tras el envío de un destacamento de la brigada especial del ejército (Special Action Unit), se intensifican los controles en aeropuertos y puertos. De hecho, varios factores indican el riesgo de que se produzcan nuevas acciones demostrativas del grupo Abu Sayyaf en Sabah, la parte oriental de Borneo malasio. Una región abierta a las zonas marítimas que lindan con Filipinas, donde el grupo -otrora vinculado a Al Qaeda y que parece haberse acercado recientemente al autoproclamado califato del Isis- sigue siendo una amenaza para ambos países.

Precisamente en la costa oriental de Sabah, en el pasado se registraron operaciones atribuidas a Abu Sayyaf y secuestros para pedir rescate, uno de los medios de financiación de las actividades del grupo que tiene sus bastiones en las islas de Basilan y Jolo, en el extremo sur de Filipinas. Aunque no hay alarmas en lo inmediato, los funcionarios de seguridad informan del refuerzo de los sistemas de seguridad en la frontera entre los estados de Sabah y Sarawak. Hoy, el principal objetivo es Mudzrimar "Mundi" Sawadjaan, segundo al mando del grupo y experto en explosivos, cuya presencia en Filipinas se confirmó en enero, a pesar de la noticia de que había muerto en recientes enfrentamientos armados en el archipiélago de Sulu. Mudzrimar podría intentar refugiarse en el Borneo malasio, con el riesgo de reactivar células locales aliadas con Abu Sayyaf o influenciadas por su ejemplo.

Para verificar y evitar posibles infiltraciones terroristas, las autoridades de seguridad malasias han decidido desplegar equipos especiales a lo largo de la frontera, entre la parte peninsular de Malasia y Tailandia. Se trata de una zona expuesta al contrabando y al tránsito de inmigrantes irregulares, gestionados por grupos del hampa con conexiones locales bien establecidas. En lo que a Tailandia se refiere, la zona es particularmente inestable, debido a un conflicto de baja intensidad pero de larga data entre militares y grupos independentistas. En cierta forma, es un reflejo de la impaciencia que siente la minoría musulmana concentrada en las cuatro provincias fronterizas con Malasia, frente al control de un Bangkok lejano y los tailandeses budistas.