26/05/2020, 12.52
INDIA
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Albina Poshapir, la enfermera que halla en la fe la fuerza para combatir el virus

de Nirmala Carvalho

“Creer en Jesús me ha fortalecido. El Covid es como una guerra. Los pacientes  sufren; los ancianos sufren. Como enfermeras, se nos llama a aliviar los sufrimientos de los enfermos y a servirles gentilmente”.

 

Bombay (AsiaNews) – La enfermera católica Albina Poshapir es la asistente de la jefe de sala en el centro hospitalario más grande de la ciudad, el Nair Hospital. Situado en Bombay Central, fue convertido en una estructura destinada al COVID-19 y cuenta con 362 camas.

AsiaNews habló con Albina Poshapir quien, junto al supervisor de enfermeros del Nair Hospital, es la responsable de los pacientes positivos al Covid y además, de 617 enfermeras, que están bajo su responsabilidad. 

Sor Albina vive en Uttan y antes viajaba dos horas para llegar al hospital.  Desde que rige la pandemia, duerme en el hospital para estar siempre disponible y al servicio de pacientes y enfermeros. “A causa de la situación actual – explica - no puedo volver a casa todos los días; solo regreso cada 15 ó 20 días. Estoy trabajando como jefa de asistentes a nivel de administración. En el hospital de Nair tenemos 617 enfermeras que se rotan y 91 en formación”.

El Nair Hospital fue destinado a la atención de casos de Covid. Para ello, tuvimos que preparar todo. Anteriormente este era un hospital general. Ahora hemos tenido que convertir nuestras estructuras en unidades de Covid. 

“Parte de mi trabajo cotidiano en esta situación de pandemia, es ser rigurosamente respetuosos de todos los protocolos y procedimientos, teniendo presente todos [los detalles], desde la seguridad del personal de enfermería hasta la seguridad de los pacientes. Debemos elegir a los enfermeros en base a la capacidad de la sala”.

“Además de velar por los pacientes, también nos ocupamos de nuestros enfermeros. A los enfermeros del personal les brindamos kits de dispositivos de protección individual (DPI), mascarillas N95 y todos los elementos necesarios. Es importante subrayar que en el caso del personal de enfermería que permanece en el hospital, me aseguro de que tengan una buena alimentación y en los que viajan para trabajar, nos ocupamos de su viaje, de su estadía en un hotel, etc. Todo esto es parte de nuestro servicio como enfermeros, al igual que el cuidado de nuestros pacientes y enfermeras, y debe ser planificado meticulosamente, con cuidado y atención. Dado que estamos en cuarentena nivel 4, presenciamos un aumento diario en el número de pacientes. Antes, cuando el Covid recién se iniciaba, recibíamos entre 3 y 4 pacientes. Desde que nuestro hospital fue declarado centro Covid, tenemos más de 618 pacientes”. 

AsiaNews le preguntó:  ¿De qué forma la fe católica te ayuda durante esta pandemia a ocuparte de los pacientes y enfermeros, a pesar de los riesgos que tú y tu familia corren cuando vas a casa?  

“Al principio, cuando los pacientes positivos al Covid comenzaron a venir al hospital, todos los trabajadores de la salud estábamos muy asustados. Teníamos miedo de la forma de manejarnos, del distanciamiento social, de los riesgos de contagio. Sin embargo, con fe firme y oraciones a la Virgen, comencé a alentar a nuestros enfermeros y a decirles que deben colocarse los medios de protección, mantener las distancias y usar desinfectantes. También, quise rezar por la seguridad de nuestras enfermeras. Una vez que las salas comenzaron a llenarse, nos dimos cuenta de que si el paciente es positivo al Covid, tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarlos a recuperarse y atenderlos con profesionalismo y también con compasión. 

Los pacientes de edad avanzada o que tienen otras enfermedades como diabetes, problemas pulmonares, hipertensión, problemas cardíacos, etc., tienen complicaciones. Los otros se recuperan. A nuestras enfermeras les explicamos que no deben tener miedo. Gran parte de nuestro personal no es cristiano. Por tanto, les aconsejamos no preocuparse, y aliento a nuestras enfermeras a seguir teniendo una mirada positiva”. 

“Nuestro trabajo no es como los otros: estamos al servicio de la humanidad, de la vida, tenemos que ayudar a los pacientes y al mismo tiempo mantener la distancia, por nuestra seguridad”. 

“Creer en Jesús me ha fortalecido. El Covid es como una guerra. Los pacientes sufren; los ancianos sufren. Como enfermeras, se nos llama a aliviar el sufrimiento de los enfermos y a servirles gentilmente. Los pacientes ancianos ni siquiera saben usar un teléfono celular y como han dado positivo, sus familiares también están en cuarentena. No hay apoyo psicológico para ellos. Nadie viene a verlos. En ese período los consolamos y les decimos que nos se preocupen. Pedimos los números de teléfono y llamamos a sus parientes que están lejos para ayudarlos con comida, dinero o cualquier otra cosa que precisen. Somos los que interactuamos con el paciente. Somos el puente entre pacientes y familiares, brindamos soporte emocional y psicológico a los pacientes”. 

Cuando AsiaNews le pide que describa cómo es su jornada, ella responde: “cada mañana, antes de tomar el servicio, a eso de las 6:00, le rezo a Jesús y le pido que nos dé el coraje y la fuerza para combatir este virus. Si estoy sana, entonces seré capaz de ocuparme de mis pacientes. Cuando nuestra jornada se acaba y me voy a dormir, a la noche, rezo de nuevo a Dios. Después de las horas de servicio, todos los días, participo en las misas on-line, rezo cotidianamente el Rosario. Jesús y María han sido mi constante apoyo en esta batalla contra el virus. Jesús y la Madre, María, me han ayudado a ser un agente de vida para mis pacientes y también para mis enfermeras”. 

“Cuando Papa Francisco se refirió a los enfermeros como ‘los santos de la puerta de al lado’ me sentí tan feliz, estaba llena de alegría”, explica a AsiaNews. “Es que durante este período es posible que la infección se difunda, también, a través de las enfermeras, Por este motivo, a muchas personas no les gusta estar cerca de las enfermeras, las tratan como una mancha. No las aceptan en sus aldeas. Las enfermeras son acosadas, hostigadas. En esos momentos me siento muy triste. Esto me recuerda que Jesús también fue rechazado, pese a haber hecho el bien. Parece que las enfermeras vivimos experiencias similares, Las personas nos odian y sin embargo seguimos ocupándonos de los pacientes. Cuando el Papa dijo que somos los santos de la puerta de al lado, sentí que él comprendía el corazón de los enfermeros. El Papa entiende los desafíos de la profesión de enfermería y tiene una gran preocupación por nosotros. He compartido con muchas de mis enfermeras las grandes palabras del Papa y ellas también sonrieron y se sentían muy alentadas por la mirada y el afecto del Papa hacia los enfermeros”.  

Albina Poshapir es de la parroquia de Nuestra Señora del Mar, en Uttan, y trabaja activamente en las actividades parroquiales, tiene cursos de preparación para el matrimonio y para el bautismo. Es secretaria de la Catholic Nurses Guild of India y en noviembre del 2019 fue distinguida con el Pro Life Award del Archdiocesan Human Life Committee (AHLC).

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