Alarma de EEUU: dique de Mosul corre el riesgo de colapsar. Pero para los iraquíes es una “exageración”
El peligro según Washington es “serio y sin precedentes”. En el caso que ceda el riesgo es para unos 1,47 millones de personas. Desde hace treinta años los técnicos colocan materiales en la base para sostenerlo. Por un breve período estuvo bajo el control del Estado islámico. Diputado cristiano: no hay señales de que esté cediendo.
Bagdad (AsiaNews)- El riesgo de colapso del dique de Mosul es “serio y sin precedentes” y las poblaciones que están en el valle deben estar preparadas para evacuar en cualquier momento. Es la alarma lanzada por la embajada estadounidense en Bagdad, según la cual en caso de explosión las aguas fruto de la inundación podrían matar hasta unos 1,47 millones de iraquíes que viven a lo largo del curso del río Tigris. El Premier Haydar al-Abadi refiere que se han tomado medidas preventivas y – a diferencia del gobierno estadounidense - minimiza el problema, afirmando que las posibilidades de derrumbe son “altamente improbables”.
El dique de Mosul es uno de los más peligrosos del mundo. Realizado a inicios de los años ochenta sobre terrenos calcáreos y otros materiales que se disuelven al contacto con el agua, ya desde el inicio arriesga derrumbarse. Desde hace treinta años los encargados del mantenimiento están obligados a bombear toneladas de malta en la base, para tratar de sostenerla y evitar una brecha catastrófica.
Recientemente la ingenieria militar americana, que pone mucho énfasis sobre la cuestión, renovó las preocupaciones: en caso que ceda un lago de once millones de metros cúbicos de agua inundaría el valle del Tigris inundando Mosul, Bagdad, Samarra y Yikrit, con consecuencias catastróficas. Era el miedo que, por un breve período del 2014, muchos había advertido cuando los yihadistas del Estado islámico (EI) habían interrumpido los trabajos de protección.
Un estudio de los investigadores de la universidad sueca de Lulea analizó el caso, simulando las consecuencias de una inundación: una ola de agua de 26 metros alcanzaría Mosul en cuatro horas, prosiguiendo después por otras 18 horas con una altura de 16 metros hasta cubrir con cuatro metros de agua y escombros el centro de Bagdad el día sucesivo.
En las semanas pasadas el gobierno iraquí contrató a una agencia italiana, la Trevi Group, para la tarea de asegurar la estructura; para garantizar la seguridad de los trabajadores estarán al menos unos 500 militares, que tendrán entre otras tareas la de la formación y del adiestramiento de las fuerzas locales.
Si bien la cuestión del dique de Mosul llega a interesar a los medios internacionales y a las cancillerías occidentales, los dirigentes institucionales iraquíes no parecen prestar gran atención a la controversia. Interpelado por AsiaNews, el diputado cristiano Yonadam Kanna, líder del Assyrian Democratic Movement, miembro de la Comisión parlamentaria sobre el trabajo y los asuntos sociales, explica que “las primeras advertencias de EEUU” sobre el dique “son del año 2006”. No logro entender, agrega, el porqué de esta “atención exagerada” de parte de los EEUU sobre la cuestión; la última información estadounidense es de hace algunos días y hablaba de una “disminución imprevista de un metro del nivel del agua”, como han evidenciado las imágenes satelitales. En realidad, el análisis sobre el campo de los técnicos iraquíes demostró que “no hay ninguna disminución de las aguas del dique”. “En todo caso puedo afirmar- concluye el diputado cristiano- que por el momento no hay señales de posibles hundimientos en algún punto de la estructura” y esto valdrá también “para los próximos decenios”.
