Adopciones en Indonesia, un crimen relanza la controversia sobre la seguridad de los niños

de Mathias Hariyadi

La pequeña Angeline, tomada en adopción de una familia pobre, fue encontrada muerta en el patio trasero de los padres adoptivos. Víctima de abusos y malos tratos por parte de la madre adoptiva, la niña fue asesinada por el ex amo de llaves. Desconocidas las razones del gesto. El horror y la indignación en el país. Crímenes favorecidos por el vacío legal en materia de adopciones.

Yakarta (AsiaNews) - La dramática historia de Angeline ha reabierto en Indonesia la discusión sobre la adopción y el vacío legal que las rodea, a causa de la violencia y el abuso que terminan afectando a los mismos niños. El último caso es la noticia que salió en los últimos días y ha recaudado horror e indignación en todo el país: una niña adoptada en el pasado por un par de padres pobres, incapaces de criarla y asegurarle un futuro, fue encontrado muerta en el jardín de la casa de su madre adoptiva en Sanur, en la isla de Bali.

Tres semanas antes del descubrimiento macabro, la madre adoptiva había denunciado la desaparición de la niña; rápidamente los informes habían llegado incluso a los blogs y las redes sociales, convirtiéndose en viral en todo el país. Se activó una cadena de solidaridad y de investigación en un intento de encontrar la pequeña que había desaparecido.

Del asunto se habían ocupado dos ministros del gabinete, que efectuaron una visita a la familia adoptiva como un signo de solidaridad. Sin embargo, cuando llegaron los dos políticos han sido tratados "fríamente" por la pareja de padres, quienes los invitaron bruscamente a salir de la casa.

Su comportamiento era sospechoso a los investigadores, que han comenzado a apretar el círculo alrededor de la casa. El punto de inflexión en la investigación es el 10 de junio, cuando los agentes encuentran una fosa sospechosa en el jardín de la casa, en la que estaba el cuerpo sin vida de Angelina.

Ayer, el último capítulo de la historia, con la confesión de un hombre - identificado por el nombre de Agustai, ex amo de llaves de la casa - que ha admitido haber matado a la niña sin decir por qué. Sin embargo, los hallazgos médicos también han demostrado que Angelina ya había sufrido antes de la muerte de malos tratos por la madre adoptiva (Margaretha) y fue objeto de abuso sexual. Y los propios profesores de la niña confirman una situación de degradación, que se caracteriza por insuficiente nivel educativo, la suciedad y el abandono.

Según los investigadores la chica habría sido explotada por sus padres en el trabajo de la casa y para alimentar a los animales en el jardín, como aves de corral de una pequeña empresa doméstica.

Angelina fue adoptada en su momento por una pareja mixta de Bali - una mujer indonesia y su pareja de origen estadounidense - que la tomó en cuidado de crianza de una familia pobre de Banyuwangi en la provincia de Java Oriental. La madre natural no podía mantener a su hija, por esto ha decidido darla en adopción - como sucede a menudo – sin poder verla de nuevo hasta cumplir los 18 años de edad.

Activistas y grupos de trabajo para la protección de los niños denuncian la falta de una regulación adecuada que proteja realmente a los menores adoptados. A falta de verificaciones relacionadas con la salud de los niños adoptados la ley es a menudo ignorado, en perjuicio de los niños. El gobierno ha tenido durante mucho tiempo en la agenda una revisión de la legislación, lo que garantiza mayores poderes y protecciones a la madre natural, pero hasta ahora se ha mantenido solamente en un proyecto carente de aplicación concreta.

Según los datos facilitados por el Ministerio de Asuntos Sociales en el momento, hay 500 mil niños y niñas alojados en 8.000 orfanatos de todo el país, otra área de captación para la adopción dentro del país. Otros 7,5 millones de niños no tienen contacto directo con los padres naturales, incluso si el padre o la madre están vivos.