A los 10 años de su muerte, Zhao Ziyang podrá ser sepultado
Beijing (AsiaNews)- Después de una larga espera de más de 10 años, la familia del ex secretario del Partido comunista, Zhao Ziyang, podrá enterrar las cenizas del político, caído en desgracia por haberse opuesto a la masacre de la plaza de Tienanmen. Lo confirma el yerno Wang Zhihua: “Las autoridades han concedido el permiso de enterrarlo junto a su esposa (Liang Boqi, que falleció a fines del 2013)”.
Muerto el 17 de enero del 2005, Zhao fue cremado por los familiares, pero fueron obligados a enterrarlo en el jardín de su casa en Beijing, porque “no había un acuerdo con las autoridades” para darle una tumba regular. En un primer momento el Partido había propuesto el cementerio revolucionario de Babaoshan, pero la familia lo rechazó temiendo la imposibilidad de poder visitar la tumba.
El temor del gobierno y la colocación de la sepultura, nacen del miedo de las autoridades de ver en el funeral oficial a una gran multitud, en grado de desencadenar agitaciones y protestas sociales: Zhao, innovador y reformista, de ehcho había “implorado” a los estudiantes y obreros reunidos en el centro de Beijing en 1989 que se retiraran antes de la masacre, ordenado por Deng Xiaoping. En una fotografía que después se hizo célebre, y censurada en China, se lo ve en lágrimas con un megáfono en mano mientras habla a los presentes: junto a él, estaba el ex Premier Wen Jiabao, que después lo habría renegado.
Zhang Lifan, analista político, sostiene que la decisión de permitir la inhumación “no quiere decir que esté lista una rehabilitación del ex Secretario general. Los funcionarios están aún preocupados por la posibilidad que la tumba de Zhao se convierta en un lugar de peregrinación”.
Beijing, teme a los difuntos a veces, más que a los vivos, como lo demuestra el caso de mons. Cosme Enxiang: el heroico obispo no oficial que habría muerto después de decenios de cárcel por su fidelidad al Papa, pero que las autoridades esconden el cadáver por miedo.
Del mismo modo, el gobierno trata de frenar las visitas devocionales a las tumbas “sensibles”, sobre todo durante la festividad de Qingming, “el día de los antepasados”, en el cual por tradición se limpian las tumbas de los propios queridos difuntos, como forma de devoción y cuidado. La fiesta es el 4 de abril y también este año- como ya sucedió precedentemente- las autoridades han ordenado arrestos y detenciones preventivas en todo el país.
En el Shaanxi, la policía bloqueó a decenas de personas, miembros de un grupo anti-corrupción, que querían celebrar en público al difunto padre del presidente Xi jinping (conocido por su moralidad y por su actitud liberal). Del mismo modo, los agentes se enfrentaron con un grupo de unas cien personas que querían presentar sus homenajes a Zhao Ziyang.