Al menos siete muertos en una zona fronteriza. La fragilidad de una frontera que durante mucho tiempo ha sido zona franca para el tráfico y el comercio ilícito. Los temores de una escalada con el Estado judío y las maniobras estadounidenses de «normalización». En el espíritu de la declaración de Abu Dhabi, cristianos y musulmanes celebran hoy la Fiesta de la Anunciación.
El Líbano considera "imperativo" que sean repatriados los refugiados sirios en su territorio, al menos 1,5 millones. El cambio de gobierno en Damasco también modificaría su estatus. En el encuentro de países donantes organizado por la UE, el ministro de Relaciones Exteriores del Líbano invitó a "dejar de gestionar la crisis y empezar a resolverla", comenzando por la necesidad de levantar las sanciones.
La adhesión condicional de los dos grupos al poder central es una señal importante para la Siria de Ahmed al-Sharaa, a pesar de la fragilidad generalizada. No obstante, el proyecto de Constitución sitúa la sharia en el centro de la legislación. El canto de las sirenas de Israel hacia los drusos continúa en Soueida. Las masacres «en la zona alauita» oscurecen el panorama.
Representantes de ambos países acordaron ayer iniciar conversaciones sobre la frontera terrestre. La mediación de Estados Unidos fue decisiva, ya que el gobierno israelí liberó a cinco detenidos libaneses, entre ellos un miembro de Hezbolá. Sorpresa entre las filas del Partido de Dios, que intentó frustrar el acuerdo rechazando el desarme y la solución diplomática.
En un Oriente Medio en plena reconfiguración, ha llegado la hora de las elecciones para la comunidad drusa, dispersa entre Líbano, Siria, Israel y Jordania. Hostil a un nuevo gobierno islamista en Siria, el Estado judío que se anexionó el Golán en 1981 trata de atraerse la lealtad de la comunidad. Las maniobras de Walid Joumblatt para evitar un abrazo israelí y las celebraciones por la muerte de su padre.
A pesar de la marea humana y de la representación iraní de alto nivel, los funerales de los dos líderes del Partido de Dios no fueron la demostración de fuerza esperada. En dos ocasiones, cuatro cazas israelíes sobrevolaron Beirut. Los dirigentes políticos cristianos, suníes y drusos se mantuvieron alejados de la ceremonia. Aoun en Teherán: «Líbano está cansado de la guerra de otros en su propio territorio».