La reubicación de los refugiados de la guerra entre el Estado judío y Hezbolá y las tensiones político-comunitarias amenazan la estabilidad del país. El Patriarca maronita pide la «liberación» de las escuelas públicas ocupadas, pero sus palabras han desatado una nueva polémica. La comunidad drusa pide «hospitalidad». Walid Jumblatt: «La guerra parece destinada a prolongarse».
El nuevo jefe de Hezbolá no descarta las negociaciones, pero advierte de que llevarán "semanas o meses". El primer ministro interino libanés, Mikati, muestra un mayor optimismo y espera los resultados de la misión de Hochstein en Israel. Pero sigue habiendo voces críticas en ambos frentes. Mientras tanto, la capital saudita acoge el primer encuentro de la "Alianza Internacional para la Aplicación de la Solución de Dos Estados", de dos días de duración.
La conferencia de París asignó mil millones para Líbano, pero sólo se garantizan 200 millones para el ejército. Diputado francés a AsiaNews: «Los países no darán nada si no se garantiza la transparencia». Beirut se compromete a desplegar 8.000 soldados al sur del Litani. Advertencia de Macron: «Israel sabe por experiencia que el éxito militar no es necesariamente una victoria en el país de los cedros».
El ejército del Estado judío considera que Hezbollah los utiliza para desplazar armas y equipo militar entre los dos países. En los últimos meses hasta medio millón de personas han cruzado la frontera desde que se abrió el "frente norte" de la guerra. Los ataques aéreos también alcanzaron a civiles y paralizaron actividades y comercio. Las FDI han lanzado una orden de evacuación de Tiro.
El desplazamiento masivo de chiítas libaneses exacerba las tensiones entre las diversas comunidades. El principal objetivo del encuentro en la capital francesa es ayudar al ejército a evitar un baño de sangre. Un primer paso, preludio de un posible alto el fuego entre Hezbolá e Israel, y el despliegue militar al sur del río Litani para permitir el regreso de los desplazados.
Mañana se celebrará en Roma la canonización de los mártires de Damasco, tres laicos maronitas asesinados en 1860 junto con ocho frailes franciscanos. Los fieles sirios seguirán la ceremonia en la iglesia de Bab Touma, donde se produjo el martirio.