Kazajistán, Uzbekitsan, Kirguizistán, Tayikistán y Turkemnistán también esperan con interés el resultado del enfrentamiento entre Donald Trump y Kamala Harris, teniendo en cuenta los efectos perturbadores de los acontecimientos mundiales sobre las perspectivas de la región. También pende de un hilo el futuro del formato de contacto «5+1» a través del cual la Casa Blanca ha intentado ganar puntos de apoyo en la antigua zona soviética en los últimos años.
El referéndum por el que el 71% de los votantes de Kazajistán aprobaron la construcción de una nueva central nuclear se considera una gran oportunidad para la empresa rusa Rosatom, uno de los gigantes de la economía rusa que está superando la fase de debilitamiento de la guerra y que actualmente construye 20 reactores en el extranjero.
De la educación a la política exterior, crecen las actividades de cooperación de la Organización de Estados Turcos. En los antiguos países soviéticos de Asia Central, Erdogan es cada vez más popular. Mientras sigue en pie el proyecto -ya iniciado en Kazajistán bajo Nazarbaev- de sustituir el alfabeto cirílico por el latino, más cercano a la fonética turca.
El endurecimiento de la política fiscal del Gobierno de Astana para cubrir el déficit presupuestario ha provocado una explosión de transacciones en negro. Los empresarios creen que es necesario revisar los límites fiscales, lo que no se ha hecho desde hace más de cuatro años, y lo que podría haberse ajustado en 2020, hoy parece decididamente falto de credibilidad.
Dadas las crecientes dificultades en Rusia, cada vez es más importante encontrar alternativas eficaces, teniendo en cuenta que el dinero procedente del trabajo en el extranjero constituye una parte muy importante del PIB de los países de Asia Central, desde el 10% en Uzbekistán hasta el 40% en Tayikistán. Un tema que se entrelaza con la cuestión de los afganos en Alemania.
El principal río de la región fluye a través de Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y Kazajistán y desemboca finalmente en el languideciente Mar de Aral. Su caudal disminuye constantemente debido al cambio climático, pero también a la explotación intensiva con fines agrícolas, agravada por la competencia entre los distintos países. Pero, según los expertos, con iniciativas de abajo arriba aún sería posible arrancarlo de su declive.