En realidad, los que dejaron el cargo citaron razones personales o describieron cómo ha cambiado la situación en la ciudad con las medidas de seguridad impuestas por Beijing. El subsecretario de Justicia, Horace Cheung Kwok-kwan, habló hoy de "presiones indebidas" por parte de Occidente.
Las autoridades locales ya habían denegado la renovación de su permiso de trabajo a Louise Delmotte, una fotógrafa francesa empleada de Associated Press. El año pasado fotografió esposado al empresario católico y activista prodemocracia. El Departamento de Inmigración, que ahora exige a los operadores de vuelos que envíen información sobre los pasajeros que llegan, no dio ninguna explicación oficial.
Mark Clifford y Gordon Crovitz, altos ejecutivos de Next Digital, han presentado una denuncia contra la firma de revisión contable global. Supuestamente permitió violaciones de derechos al brindar servicios esenciales a las autoridades de Hong Kong. La iniciativa arroja más de una sombra sobre la "ayuda" a las autoridades gubernamentales en la represión de las voces críticas.
Los agentes de contratación quitaron la mitad de los salarios a algunos obreros de la construcción. Sin embargo, según el sindicato que investiga el tema, la caída del mercado inmobiliario también ha influido en la suspensión del programa que el año pasado introdujo a casi 10.000 trabajadores chinos en la ciudad.
Los directores del periódico (ya obligado a cerrar como el Apple Daily) Chung Pui-kuen y Patrick Lam se enfrentan a penas de hasta dos años de cárcel en el veredicto que se espera para septiembre. Es probable que la sentencia tenga profundas implicaciones para la libertad de prensa en Hong Kong. Para el jefe de la policía, es una prueba de la «necesidad y legalidad» de la represión contra los activistas y las voces críticas. Reporters sans Frontières: 28 periodistas perseguidos desde 2020.
La exposición cuenta "una historia muy diferente" sobre el levantamiento y las revoluciones " coloreadas" en Ucrania, Georgia y Kirguistán. A diferencia de lo que cuentan los medios de comunicación occidentales, no se trataría de reivindicaciones populares de libertad, sino de ataques a la seguridad y el orden. Es un recordatorio de las palabras de Xi Jinping sobre la "estabilidad social" como "requisito previo para construir una China fuerte y próspera".