Mientras el Comité de Asuntos Religiosos del país afirma haber obtenido resultados positivos, las organizaciones internacionales denuncian violaciones hacia el Islam radical, pero también hacia minorías como los ismailíes, los Testigos de Jehová y los Bahai.
Desde Sarajevo, donde se celebró el Congreso Mundial de Exiliados Uigures, denuncia el director Zumretaj Arkin las presiones de Pecino. «La narrativa positiva de que el nivel de vida en Xinjiang sigue mejorando es sólo propaganda».
También Taskent ha celebrado estos días sus elecciones parlamentarias, repartiendo los votos a partes iguales entre el 42,7% del partido liberal-demócrata del presidente Šavkat Mirziyoyev y los de los demás partidos «alternativos», pero en realidad todos leales al régimen actual. Mientras, la libertad de expresión y de prensa sigue reduciéndose año tras año.
Kazajistán, Uzbekitsan, Kirguizistán, Tayikistán y Turkemnistán también esperan con interés el resultado del enfrentamiento entre Donald Trump y Kamala Harris, teniendo en cuenta los efectos perturbadores de los acontecimientos mundiales sobre las perspectivas de la región. También pende de un hilo el futuro del formato de contacto «5+1» a través del cual la Casa Blanca ha intentado ganar puntos de apoyo en la antigua zona soviética en los últimos años.
Los juicios de los criminales más notorios de Taskent transcurren entre informes de torturas en prisión y condenas increíblemente leves. Otras figuras prominentes, fugitivas en el extranjero, aparecen junto a políticos locales en las gradas de los grandes acontecimientos deportivos.
«No hay problemas graves entre nuestros países» asegura Dusambé y, en las organizaciones regionales, los tayikos son los primeros en apoyar los argumentos de los rusos. Pero mientras tanto crece la decepción por las relaciones de las autoridades rusas hacia los emigrantes, que sufren ultrajes y violentas formas de discriminación desde el atentado del ayuntamiento de Krokus.