Pastor protestante: Resistir a las nuevas normas que rigen sobre las actividades religiosas

En un análisis sobre la nueva normativa, el pastor Wang Yi, de Chengdu (Sichuan), promete –cueste lo que cueste- combatir esta legislación, que provoca una gran violación de la libertad religiosa. El llamamiento a todos los cristianos.

Chengdu (AsiaNews/China Source) – A partir del primero de febrero han comenzado a regir nuevas normas en materia de actividades religiosas. AsiaNews ya ha presentado a sus lectores un análisis del borrador de las mismas, presentado en septiembre de 2016, y otro con el texto definitivo, que fue promulgado en septiembre pasado. Los nuevos reglamentos ya se aplicaban –incluso antes de febrero- metódicamente y en todo el país, incrementando de manera desmesurada el control sobre las comunidades oficiales y tratando destruir a las comunidades subterráneas. Lo mismo vale para todos los grupos religiosos.

Días atrás, el blog China Source publicó un análisis de la nueva normativa, escrito por el pastor Wang Yi, de la Iglesia de la primera lluvia, con base en Chengdu (Sichuan). En su post, el pastor Wang escribe una crítica muy neta de las nuevas normas y advierte a los cristianos protestantes de China que a partir de la nueva normativa surgirán nuevas presiones contra ellos. Su juicio es tajante: las nuevas normas constituyen una violación a la libertad religiosa [libertad que la Constitución china defiende, al menos en teoría]. Por este motivo, los cristianos chinos deben oponer una resistencia a éstas.

En China, el pastor Wang Yi es conocido por ser muy directo en sus críticas a la política del régimen en relación a las religiones. “La nueva normativa –dice él- han superado el límite: so pretexto de un ‘mayor interés y urgencia de la población’ ellos llegan a coartar los derechos constitucionales”, hasta arribar a un “sistema universal de control religioso” que involucra, no sólo al ministerio de asuntos religiosos, sino también “al gobierno del pueblo [el Estado –ndr] en todos los niveles”. En efecto, en los nuevos reglamentos se citan muchas veces los problemas que las religiones pueden crear –desde divisiones sociales, hasta el terrorismo- mostrando que la religión es, ante todo, un peligro. Y la escala de permisos y controles va desde el nivel de pueblo, pasando por condado, ciudad, provincia, hasta llegar al gobierno central”.

“Esta no es una legislación de carácter administrativo –dice en otra parte, en el nro. 2-, para proteger la libertad rligiosa, sino que se trata de una legislación que va contra la libertad religiosa. Estos nuevos reglamentos dejan en claro que los “ateos militantes” y [miembros] de la ultra-izquierda ideológica y antirreligiosa actualmente en el gobierno, aún tienen un rol dominante en el sistema de la administración religiosa”.

El pastor Wang Yi promete presentar batalla: “Sin importar la decisión administrativa que se tome, con los posibles castigos que esto acarree para mí y para mi Iglesia, mi conocimiento [del tema] me obliga a rechazar estos reglamentos. Usaré todos los medios no-violentos y legales necesarios para impulsar al gobierno a reconsiderar... una revisión de los reglamentos antes de la Asamblea nacional del pueblo. Yo me opongo esta seria violación a la libertad religiosa de los individuos que llevarían adelante estas normas, y me opongo a sus restricciones ilegales en relación al cristianismo” (n.5).

Y concluye haciendo un llamamiento: “Aliento a todos los cristianos que trabajan en el campo de la ley, de la política, de los servicios públicos, de la educación y de otros campos vinculados, a gritar con coraje y en voz alta, y así empujar –de un modo sereno- para lograr la abolición y el cambio de estas leyes injustas”.