Maria Kolesnikova rompe el pasaporte para no ser expulsada de Bielorrusia
La mujer es un alto exponente de la oposición. Otros dos miembros del Comité de Coordinación fueron deportados a Ucrania. Los medios estatales los acusan de “huir” del país. Svetlana Tikhanovskaja: Esto es “Terrorismo” de Estado. El arzobispo de Minsk, mons. Tadeusz Kondrusiewicz, continúa bloqueado en Polonia. Estudiantes de Moscú se solidarizan con la oposición bielorrusa.
Moscú (AsiaNews) - Maria Kolesnikova (foto 1), la figura más prominente de la oposición en Bielorrusia, ayer rompió el pasaporte delante del personal aduanero ucraniano, para evitar ser deportada por la fuerza desde Bielorrusia a Ucrania. El día anterior, la mujer había sido llevada por hombres desconocidos, junto a otros dos miembros del Comité de coordinación de la oposición, Anton Rodnenkov e Ivan Kravtsov (foto 2), quienes se encontrarían actualmente en territorio ucraniano. La candidata derrotada Svetlana Tikhanovskaja, quien a su vez fue trasladada forzosamente a Lituania, habló del “terror” que ejercen las autoridades bielorrusas para impedir cualquier actividad de la oposición.
El sábado pasado, 5 de septiembre, fue deportada a Polonia la principal colaboradora de Tikhanovskaja, Olga Kovalkova. Ahora, las tres mujeres que lideran el grupo opositor a Lukašenko fueron despedidas de todas sus actividades. Luego de la expulsión de Kovalkova, los miembros del Comité discutieron sobre la posición que habrían de tomar en caso de sufrir acciones de represión directas. Kolesnikova ya había declarado que no dejaría el país bajo ninguna circunstancia, ni siquiera frente a la violencia. Los canales de televisión del Estado, por su parte, difundieron que Maria Kolesnikova había intentado salir ilegalmente de Bielorrusia y que fue arrestada; en cuanto a Rodnenkov y Kravtsov, se dijo que “huyeron a Ucrania”; el personal de aduana, por su parte, comentó que los tres habían cruzado la frontera.
En tanto, desde el 31 de agosto, se le impide regresar a Bielorrusia al arzobispo de Minsk, Tadeusz Kondrusiewicz, quien fuera acusado por el presidente Lukašenko de “entrometerse en la política”. Todos los obispos y sacerdotes católicos del país han salido en defensa del prelado y junto a los fieles, expresan su cercanía al pueblo y comparten sus preocupaciones. El padre Vjačeslav Borok (foto 3), párroco de la iglesia de San Antonio de Padua en Vitebsk - una localidad bielorrusa próxima a la frontera con Rusia - concedió una entrevista al portal Snob.ru en la que habla de “una verdadera guerra civil, en la que fue violada la paz y la concordia de los habitantes de Bielorrusia: hay más de 8.000 personas arrestadas, 6 perdieron la vida, muchos han desaparecido sin dar noticias, cientos han sufrido hechos de violencia. Los culpables están del lado de las autoridades estatales; la Iglesia no protesta, pero predica la palabra de Dios y defiende la persona humana y su dignidad”.
El padre Borok asegura que el comportamiento de los sacerdotes católicos bielorrusos no es diferente del de los representantes de otras confesiones religiosas del país, como los ortodoxos y los protestantes. “El metropolitano ortodoxo Pavel tambien fue transferido bruscamente a Rusia, impidiéndole desarrollar us misión”; otros obispos ortodoxos, como Artemij, de Grodno, dicen sin rodeos que se atenta contra la verdad y la justicia. Oficialmente, los ortodoxos no brindan declaraciones, pero muchos han expresado su solidaridad a estos sacerdotes católicos, de un modo directo.
Según el padre Borok, “no se trata de una contraposición entre Oriente y Occidente. Apenas hemos cruzado el Rubicón de la justicia social, y ahora no se puede volver atrás, tratando de no llegar a contraponer la violencia a la desesperación: la sociedad civil es la que debe vencer esta guerra, pero con armas pacíficas, aún cuando se enfrente a la bestia feroz del aparato estatal. Yo soy un sacerdote, y comienzo [a hacerlo] desde la oración”.
La represión y los arrestos han puesto fin a las huelgas en las fábricas; las manifestaciones ahora se concentran durante los fines de semana, y las mujeres y los estudiantes son sus principales impulsores. La gente tiene miedo del accionar de la policía incluso cuando está en casa, ya que las personas son llevadas por el mero hecho de exhibir la bandera roja y blanca. Para solidarizarse con ellos, los estudiantes de la Universidad Lomonosov de Moscú han comenzado a concurrir a clases vistiendo camisetas con los colores de la Bielorrusia democrática (foto 4).
08/09/2020 10:10
18/08/2020 10:57