Dos meses después de la reapertura de la frontera, ambos países siguen esperando clientes transfronterizos en sus mercados de las zonas fronterizas. La desconfianza y el recelo mutuos se hacen sentir, pero tanto algunos comerciantes como las autoridades siguen convencidos de que habrá un repunte de la economía en poco tiempo
Algunos de los principales grupos del país han formado una red para afirmar que la colaboración es más productiva que la competencia y buscan vías comunes para fortalecer toda la economía del país. Empezando por proyectos sociales como la ayuda a familias con bajos ingresos, el apoyo a escuelas y albergues.
El país tiene un enorme potencial para el desarrollo de la energía solar, pero aún se encuentra al principio de este camino. Así que para calentar agua para el té a menudo es necesario encender un fuego de carbón, a la espera de que llegue algo de electricidad, que siempre está racionada a unas pocas horas al día, especialmente durante el invierno.
Desde el final de la URSS, las cinco antiguas repúblicas soviéticas debaten la posibilidad de abandonar el cirílico y adoptar caracteres latinos. Hay quienes hablan de una mayor aproximación a los sonidos de las lenguas túrquicas, pero la cuestión se entremezcla con las demandas de «desrusificación» con el telón de fondo de la guerra de Ucrania. Pero incluso en Kazajistán, donde Nazarbaev inició el proceso con el objetivo de completarlo en 2031, persisten fuertes dudas.
El objetivo del programa es devolver a los reclusos a una «vida digna» en la sociedad. El Estado está dispuesto a destinar cerca de 3,6 millones de dólares para un plan quinquenal. La verdadera amenaza de radicalización se crea dentro de los centros penitenciarios. El crecimiento exponencial de reclusos está ligado a la represión de la disidencia de la clase política.
Tras muchas vacilaciones y reuniones a nivel de países individuales, ahora en Samarcanda la UE ha declarado abiertamente su intención de «elevar las relaciones al nivel de asociación estratégica» con la región en su conjunto. Pero los dirigentes locales, que aspiran a «diversificar» su política exterior, esperan a ver cuántos recursos pondrá realmente Bruselas sobre la mesa.