Más de mil muertos y millones de personas afectadas en vastas zonas del Sudeste Asiático y el sur de Asia, mientras el mal tiempo sigue haciendo estragos. En Sri Lanka, los 25 distritos han reportado daños de diversa índole. En Indonesia, la deforestación ilegal, que ha contribuido a la erosión del suelo, agrava los desastres.
En el aniversario del nacimiento del héroe nacional Andrés Bonifacio hubo 119 iniciativas en todo el país. El card. David pidió que se "intensifique" la lucha e invitó a dar "pasos" concretos hacia la justicia. Solidaridad con la "Segunda Marcha del Billón de Pesos". Uno de los objetivos de la lucha es denunciar la "avidez desmedida" de quienes manejan el poder y los bienes públicos.
La alerta está contenida en un informe de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico. Es necesario implementar medidas de resiliencia a largo plazo para contrarrestar las pérdidas económicas, las crisis sanitarias y el colapso de las infraestructuras energéticas. El asfalto y el cemento de las metrópolis agravan la emergencia. También están en peligro los recursos hídricos del continente..
El balance aún parcial del tifón Ditwah en Sri Lanka es de 56 muertos y cerca de 44 mil personas afectadas de diversas maneras. En pocas horas cayeron cientos de milímetros de lluvia. Cerraron reparticiones públicas y escuelas. En Indonesia se han confirmado 19 víctimas y decenas de personas atrapadas por el barro y los escombros. El arzobispo de Medan ha organizado una colecta de fondos.
La junta militar de Myanmar ha liberado a más de 3000 presos políticos y ha retirado los cargos contra otras 5500 personas. Los amigos y familiares de los presos se alegraron ayer, pero la medida del régimen también supone una amenaza para la población, que no quiere legitimar a la junta, pero se ve obligada a votar para no ser arrestada. Así lo confirman los propios militares: más de 700 presos solo serán liberados de forma condicional y corren el riesgo de volver a la cárcel al primer signo de disidencia.
La senadora abre un nuevo capítulo en la saga familiar, que amenaza con arrastrar a todo el país. Tras las acusaciones de drogas, habla de un vacío de liderazgo en el país y pide que la vicepresidenta asuma el poder. Detrás del enfrentamiento hay divergencias políticas y el escándalo de corrupción. Pero analistas y expertos consideran “cuestionable” la capacidad de liderazgo de la hija del expresidente.