El resurgimiento del conflicto no solo se debe a la disputa fronteriza: a lo largo de la frontera operan decenas de centros de estafas en línea (scam centers), complejos gestionados por redes criminales vinculadas a las élites camboyanas. Bangkok los considera objetivos militares estratégicos y al mismo tiempo utiliza la guerra para fortalecer el frente nacionalista de cara a las elecciones. La oposición tailandesa del People's Party ha pedido que se vuelva a la diplomacia.
El presidente filipino ha pedido a los diputados que den prioridad a cuatro reformas, entre ellas la ley que limita el poder de los grandes clanes políticos. La Iglesia ha recibido con satisfacción la iniciativa. Pero persiste la duda de que un Congreso dominado por esos mismos poderosos clanes formados por pocas familias acepte reducir su propia influencia.
El conflicto entre Tailandia y Camboya se ha reanudado con nuevos ataques aéreos y cientos de miles de desplazados en ambos lados de la frontera. Detrás de la crisis militar crecen las tensiones políticas internas tailandesas: el gobierno de Anutin Charnvirakul, en dificultades y al borde de la disolución del Parlamento, está explotando la retórica nacionalista para fortalecer el consenso. Mientras tanto, precisamente en los últimos días Camboya se ha acercado militarmente a Vietnam.
Las inundaciones masivas de los últimos días han arrastrado grandes cantidades de troncos: el lago de más de 100 kilómetros cuadrados ha cambiado drásticamente. Se encuentran amenazadas las colonias de peces bilih, una especie endémica. El gobierno ha ordenado que se realicen mapeos de las acumulaciones de madera. También han desaparecido aldeas enteras, mientras crece la evidencia de que el desastre está relacionado con la tala ilegal.
Según la UNODC, la superficie cultivada de adormidera ha aumentado un 17 % en un año, sobre todo en el estado de Shan. También crece el cultivo de cannabis en Sagaing, ahora epicentro de la resistencia. Mientras algunas zonas vuelven a estar bajo el control de la junta gracias al servicio militar obligatorio y a los drones suministrados por Rusia y China, continúa la inestabilidad y las críticas internacionales a las elecciones anunciadas por los militares.
El Ministerio de Medio Ambiente (KLH) ha iniciado una investigación sobre la responsabilidad de las empresas en los desastres provocados por las violentas inundaciones y los deslizamientos de tierra. Se han talado cerca de 50 mil de las 340 mil hectáreas de bosque. Ministro Hanif: "Graves repercusiones". Se está llevando a cabo una revisión de los permisos. El número de víctimas asciende a 753, y los expertos piden que se declare la situación de desastre nacional.