Después de haber apostado por los espacios abiertos por la retirada de Estados Unidos, China debe ahora hacer frente a los nuevos vientos de guerra entre Kabul e Islamabad, que también afectan a los miles de chinos que trabajan en una de las rutas más importantes de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda. Mientras tanto, los talibanes reclutan contingentes de la diáspora uigur.
Para la ONG Minority Concern se requieren "acciones concretas y mensurables". A pesar de algunos compromisos asumidos por Islamabad, persisten "lagunas significativas". Las minorías siguen siendo víctimas de "discriminación, violencia y marginación socioeconómica". Naveed Walter recuerda el uso creciente de las leyes de blasfemia para atacar a cristianos, ahmadíes e hindúes.
AsiaNews se reunió con los habitantes de Kartarpur, en el distrito de Narowal, devastado por las inundaciones de los últimos meses. Durante días, la gente encontró refugio en el techo de la iglesia, una de las pocas construcciones que se salvó de la furia de las aguas. Gracias al apoyo internacional y a las donaciones recaudadas por una parroquia de Hong Kong, llegaron alimentos, ropa y medicamentos.
El gobierno de Punjab ha dispuesto un aumento de las sanciones por infracciones de tráfico. Y la introducción de un sistema de puntos de penalización. Zafar Iqbal, activista: «El impacto positivo ya es visible». Hamza Arshad, periodista: «Décadas de negligencia han llevado al caos». Malestar entre los ciudadanos, que piden que se revisen las prioridades.
El país quiere diversificar sus líneas comerciales con la región, reduciendo su dependencia de Pakistán. Una tendencia que se ha reforzado tras las recientes hostilidades con su vecino. En el último mes, los comerciantes afganos han perdido 200 millones de dólares. La balanza comercial con los cinco países de Asia Central ha alcanzado los 1700 millones.
Pakistán no cuenta con la infraestructura necesaria para gestionar el creciente volumen de residuos. Entre ellos se encuentran 270.000 toneladas de residuos textiles que se producen cada año. La pobreza y la inflación empujan a millones de pakistaníes a depender de la ropa de segunda mano. En 2021, la UE exportó alrededor de 1,4 millones de toneladas de tejidos usados o prendas de vestir no deseadas.