Los cinco países de la región multiplican las compras de estos dispositivos, cada vez más utilizados también en los conflictos, a Turquía, China, Rusia e Irán, y están abriendo líneas de producción propias en acuerdo con socios extranjeros. Sospechas sobre triangulaciones que permitirían abastecer a Rusia eludiendo las sanciones.
Aunque sin llegar al reconocimiento político completo por parte de Moscú, Kazajistán ha firmado un acuerdo con los talibanes para una importante línea ferroviaria. También Uzbekistán, Kirguistán y Turkmenistán están promoviendo acuerdos con el beneplácito de Pekín. La única excepción sigue siendo Tayikistán, donde aún pesa la cuestión de la discriminación de la minoría tayika en Afganistán.
Un concurso promovido por las respectivas emisoras ha seleccionado a los atletas más representativos de cada uno de los cinco países. Desde el judoka rechazado por los rusos que subió al podio en los Juegos Olímpicos por Tayikistán hasta el futbolista uzbeko que juega en la Premier League y llevó a su selección nacional a la clasificación mundial. Hasta el kazajo que descubrió su faceta de maratonista tras una enfermedad.
En Dusambé se celebró la 12.ª sesión anual del Diálogo entre la Unión Europea y los países de Asia Central. Durante la cumbre, Tayikistán acordó celebrar un acuerdo de asociación de amplio alcance con la UE, incorporándose a los procesos en curso de diversas formas también en otros países de la región.
Se multiplican los encuentros y los proyectos para nuevas iniciativas de cooperación entre los líderes políticos de Mongolia y los jefes de Estado y de Gobierno de Asia Central. Se trata de una red de relaciones que no solo tiene un significado político y comercial, sino que también representa una forma de reunificación histórica y comercial.
Kazajistán firmará antes de fin de año el acuerdo con Moscú para la construcción de la primera central nuclear, pero ya tiene previsto construir una segunda junto con la Chiona National Nuclear Corporation, que podría realizarse más rápidamente. Y Tokaert deja la puerta abierta también a consorcios occidentales para una tercera central.