‘Yo no quiero ser el próximo’: la protesta de los niños, contra la violación y el homicidio de la pequeña Zainab (Fotos)

de Shafique Khokhar

La Cecil & Iris Chaudhry Foundation organiza una manifestación en Lahore. La violencia sexual y los daños perpetrados contra menores son una plaga en Pakistán. Una serie de propuestas para la protección de los pequeños indefensos.

Lahore (AsiaNews) – “Yo no quiero ser el próximo”. Es el eslogan escrito en algunas pancartas llevadas por niños de Pakistán, que el 14 de enero se reunieron junto a padres y activistas en Lahore para manifestarse en contra del homicidio de la pequeña Zainab, muerta con apena siete años de edad, tras haber sido violada y torturada en Kasur (Punyab). La marcha de protesta fue organizada por la Cecil & Iris Chaudhry Foundation (CICF). La fundación y los manifestantes piden a las autoridades que “el responsable de este crimen sea llevado ante la justicia lo antes posible, y que haya justicia para las víctimas, y protección para los menores”.

La manifestación se llevó a cabo en el Liberty Market Roundabout, en la capital de Punyab. Participaron personas de todos los estratos sociales, que se oponen al abuso sexual contra los más pequeños, algo que se ha convertido en una verdadera plaga para el país. El brutal asesinato de la pequeña Zainab, del cual aún no se ha hallado al culpable, ha provocado una ola de indignación en toda la población. Sobre el caso también se ha expresado la Comisión nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal pakistaní, que ha reclamado leyes y políticas en favor de los niños.

Michelle Chaudhry, presidente de la CICF, afirma: Una vez más, Pakistán ha fracasado a la hora de proteger a sus hijos, estamos más que horrorizados por el brutal incidente. Es indispensable que las autoridades creen políticas eficaces para la protección de los menores, que salvaguarden y protejan a cada niño de este país”.

A tal fin, la fundación lanza una serie de propuestas: “Reforzar la Oficina para la protección del menor; por parte del gobierno, reconocer la necesidad de una legislación por separado para aquellos menores devastados sin piedad por abusos y violaciones, y establecer una comisión judicial que desarrolle una legislación en materia de abuso y pedo-pornografía; crear centros de recuperación en todos los hospitales del gobierno, para los niños abusados y los padres afligidos; promover la obligatoriedad de los cursos de educación sexual contra la violencia en todas las madrasas y escuelas privadas; prever un sistema de justicia horizontal, que facilite [el registro de] las denuncias, en vez de perder el tiempo, [lo cual favorece a los criminales]”.