de Melani Manel Perera

Las decisiones del gobierno son contradictorias. De un día para otro, las escuelas, los distritos y las aldeas se abren o se cierran. Hasta el momento, la pandemia ha dejado 22.000 infectados y 99 víctimas. Pero hay 74.000 personas en cuarentena.

 

Colombo (AsiaNews) - "Nos enfrentamos al caos: el gobierno no nos protege de una segunda ola de Covid-19": Es la amarga constatación de un representante del gobierno -que pidió mantener el anonimato- ante la propagación de la pandemia en el país. "En Sri Lanka - agrega el funcionario anónimo - estamos sufriendo las consecuencias de los graves errores del gobierno, de su negligencia".

El desaliento se debe a las decisiones aparentemente contradictorias e impulsivas que el gobierno está tomando de abrir o cerrar de la noche a la mañana nuevas zonas de confinamiento obligatorio.

El gobierno ha informado que hasta anoche había 22.000 contagiados y un total de 99 víctimas fatales. Un hecho lamentable - señaló el portavoz de las fuerzas policiales, Ajith Rohan (ver foto) - es que en la actualidad hay cerca de 74.000 personas en cuarentena, lo que equivale a unas 28.000 familias inmovilizadas en su casa.

Los altibajos de las decisiones gubernamentales resultan muy evidentes en las escuelas. Después de haberlas cerrado completamente, llegó el permiso para reabrir todas las escuelas, excepto en la provincia occidental, donde se encuentra la capital. A partir del 23 de noviembre permitieron abrirlas, pero hoy se descubrieron algunos casos en la provincia oriental y dieron la orden de cerrarlas de nuevo.

Desde ayer, las zonas de Kalmunai (65 escuelas) y Akkaraipattu (72 escuelas) cerraron por un período de siete días como mínimo.

La gobernadora Anuradha Yahampath justificó la decisión diciendo que al hacer las pruebas se descubrieron brotes con 20 personas infectadas en Akkaraipattu y Saindamarudu, en la provincia oriental.

Desde ayer y hasta el 4 de diciembre, también cerraron 45 escuelas en el distrito de Kandy. Hay pueblos enteros en el distrito que se encuentran en régimen de confinamiento obligatorio desde el 25 de noviembre.

Por su parte, el ministro de Educación G.L. Peiris, confirmó en el parlamento que todas las escuelas de la provincia occidental permanecerán cerradas indefinidamente.

La anónima fuente comentó: “Todo lo que podemos hacer es protegernos, alimentarnos y mantenernos alejados unos de otros. Pero este camino es demasiado largo para un ser humano”.