Tamil Nadu: Misioneras afectadas por el aluvión en ayuda de sus vecinos
Chennai (AsiaNews) – Si bien las lluvias han dejado de caer en forma incesante en Chennai, “la situación de la ciudad es catastrófica. Salir de casa cuesta mucho, y no se puede comprar nada para comer. No hay leche, no hay pan y tampoco artículos de primera necesidad. Todo ha quedado sumergido. Las personas han perdido todo”. Es lo que refiere a AsiaNews una hermana de las Misioneras de la Inmaculada (congregación femenina asociada al Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras), al hablar de las condiciones actuales de la ciudad india afectada por los peores aluviones de los últimos 25 años. La religiosa refiere, además, que “los días más críticos de la inundación rezamos mucho, tanto por nosotras como por la comunidad, y en el vecindario distribuimos comida que nos fue donada por el párroco y por amigos nuestros”.
Las misioneras viven en el área residencial de Virugambakkam, a poca distancia de la costa donde se concentraron las violentas lluvias que afectaron el Estado de Tamil Nadu. En las últimas semanas, los nubarrones cubrieron toda la zona costera, obligando a las autoridades a suspender los vuelos del aeropuerto local, a interrumpir las rutas del ferrocarril y a cortar el suministro de energía eléctrica.
Desde el “viernes pasado [4 de diciembre] que no llueve, pero la ciudad está presa del pánico”. En los alrededores de la parroquia viven cerca de 50 familias. “Hemos podido distribuir pan, leche, galletas y ropa”, declara otra misionera, “pero no sabemos qué pasó en otras zonas”.
Las religiosas refieren que, en los días de mayor intensidad, el agua les llegaba al cuello. “Nadie se esperaba algo así -dicen-. Ahora en las calles no circulan medios de transporte, los negocios están cerrados, los trenes aún no circulan por las vías”. La corriente eléctrica, sin embargo, ha vuelto a las viviendas desde ayer, y el aeropuerto ha sido reabierto al tráfico de pasajeros.
Una misionera informa que el agua entró también al lugar donde vive, “pero en comparación a lo que ocurrió en las casas vecinas, podemos considerarnos afortunadas. No hemos sufrido mucho, a diferencia de nuestros vecinos, que han perdido todo”. Por último, la religiosa confirma “que las autoridades estatales están distribuyendo ayuda, e incluso el primer ministro indio prometió contribuir con estos esfuerzos. Pero aún no se ha decicido de qué manera serán utilizados, concretamente, los fondos destinados por el gobierno”.