Phnom Penh niega el asilo político a nueve "montagnard" vietnamitas que huyen de las persecuciones
Phnom Penh (AsiaNews) - Las autoridades camboyanas rechazaron la solicitud de asilo político presentada ayer por un grupo de nueve "montagnard" de Vietnam, que habían viajado -sin ser decubiertos - hasta Phnom Penh en busca de ayuda. El grupo arribó a la capital camboyana el pasado 30 de septiembre ; al ser descubiertos por las autoridades, fueron retenidos por funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes se negaron a registrar sus nombres. Entrevistada por Radio Free Asia (RFA) Wan-Hea Lee, representante del Alto Comisionado de la ONU por los derechos Humanos (UNHCR) en Camboya, confirma que “también a ellos, como a todos los demás este año, las autoridades les negaron la visa”.
Los nueve montagnard viajaron a través de la provincia de Ratanakiri -al noreste de Vietnam-, en dirección a la capital, Phnom Penh; ellos temen ser repatriados a Vietnam, donde son víctimas de “persecuciones de trasfondo político”. En las últimas semanas las autoridades de Hanoi llevaron a cabo varios arrestos, y también algunas liberaciones, de miembros de la minoría étnico-religiosa.
Recientemente, el gobierno camboyano impuso a la Agencia de la ONU para los Refugiados un límite máximo de tres meses, plazo luego del cual todos los solicitantes de asilo que sean montagnard cristianos, y que hayan huido de Vietnam en los meses anteriores, deberán retornar a su patria. Phnom Penh se niega a conceder el estatus de refugiados a los miembros de la minoría cristiana, oriundos de las zonas del altiplano central del país, que son perseguidos por el gobierno comunista por motivos de índole político y confesional.
De las 200 personas que cruzaron la frontera en el último año, sólo 13 han recibido del gobierno camboyano el estatus de refugiados ; no obstante, ellas no podrán establecerse en el país sino que deberán procurar- con la ayuda de la UNHCR - una tercera nación donde vivir.
En las semanas previas Phnom Penh ya había puesto en acto la política de repatriación, con decenas de familias que fueron enviadas de regreso al territorio de Vietnam a través del uso de la fuerza militar. Los activistas y asociaciones a favor de los derechos humanos critican duramente esta decisión, que plantea varias dudas en materia de tutelas y seguridad de los refugiados. Expertos y ONGs internacionales denunciaron en reiteradas oportunidades que existe una persecución “sistemática” de la minoría cristiana por parte de Hanoi, caracterizada por “arrestos arbitrarios, detenciones, torturas y diferentes tipos de trato inhumano”.
Fuentes locales refieren que las repatriaciones de los montagnard tienen un claro carácter “político”, porque el mes pasado el gobieno suscribió un acuerdo con Australia que abre las puertas a dos migrantes Rohingya que hasta ahora estaban recluidos en un centro de acogimiento temporario en Nauru, en Micronesia.
En lo años 2001 y 2004 al menos 2.000 montagnard -originarios de la zona montañosa del centro de Vietnam - emigraron a Camboya para huir de la violencia de las autoridades de Hanoi. El régimen comunista los persigue y confisca sus terrenos por profesar la fe cristiana, por el apoyo brindado a las tropas estadounidenses en tiempos de guerra, y sobre todo por apoderarse de sus tierras. La mayor parte de estos migrantes ha obtenido asilo político, con Washington a la cabeza en lo que respecta a la concesión de visas. En los últimos años se ha reactivado este éxodo, y cada vez son más las familias que intentan cruzar la frontera, en busca de un refugio en la vecina Camboya. Con ayuda de la ONU, algunos llegan a pedir el asilo político, no obstante muchos evitan contactar a las autoridades de Phnom Penh, por el temor a ser repatriados.
