El Card Bo a la Iglesia tailandesa: haced lo posible por salvar a los dos birmanos condenados a muerte
Yangon (AsiaNews) - Crece en Myanmar la protesta contra la condena a la muerte, dictada días atrás contra dos trabajadores inmigrantes birmanos hallados responsables del homicidio de dos turistas británicos, hecho ocurrido en septiembre de 2014. En las últimas horas, la embajada tailandesa en Naypyidaw decidió mantener sus puertas cerradas durante toda la semana, a causa de las manifestaciones públicas de protesta, que han sido “inesperadas y prolongadas”. En la cuestión intervino asimismo el arzobispo de Yangon, Card. Charles Maung Bo, quien escribió una carta al nuncio apostólico en Tailandia; el prelado pide al representante pontificio en Bangkok que se interese personalmente en el tema, y solicita hallar una solución que permita salvar la vida a los dos ciudadanos birmanos.
En la misiva enviada al nuncio apostólico, cuya copia recibió AsiaNews, y que está también dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal tailandesa y al Card. de Bangkok, el arzobispo de Yangon dirige un "pedido especial" para hacer “todo cuanto les sea posible en este caso”. “El corazón de muchos ciudadanos birmanos -agrega- alberga un sentimiento de odio y de venganza”. El purpurado teme que el caso pueda “llevar a consecuencias nefastas”, dado el marco de buenas relaciones que ambos países tienen entre sí, y que sin duda podrán darse “soluciones mejores” que esa. “Es mi deseo profundo -concluye- que haya paz, buenas relaciones y desarrollo” entre Tailandia y Myanmar.
La semana pasada, en los días previos a la Navidad, Win Zaw Htun y Zaw Lin (en la foto) fueron condenados a la pena capital por el asesinato de una pareja británica, David Miller y su prometida, Hannah Witheridge, ocurrido el año pasado.
En las últimas horas, la policía tailandesa rechazó la acusación de que la declaración de culpabilidad de los dos imputados haya sido extraída con el uso de la fuerza. Sin embargo, en Myanmar crece el descontento a raíz del desarrollo de las investigaciones y del proceso, y muchos consideran que la confesión del homicidio no fue espontánea ni sincera, sino fruto de la violencia.
Por otro lado, los dos trabajadores inmigrantes habría sido usados como chivo expiatorio por magistrados e investigadores que se han mostrado incapaces de individualizar a los verdaderos responsables del hecho sangriento. Por último, ellos mismos, luego de la admisión inicial (forzada) de culpabilidad, en reiteradas oportunidades han negado toda reponsabilidad sobre el homicidio y han retirado la confesión.
En la jornada de ayer, cientos de ciudadanos birmanos, entre ellos monjes, se han manifestado públicamente para protestar contra la condena; de acuerdo a fuentes locales, las autoridades tailandesas habrían pedido al gobierno birmano que “contenga” dicha manifestaciones. Manifestaciones que se han llevado a cabo a lo largo de toda la frontera entre ambos países, en la zona de las tres pagodas, en la provincia de Kanchanaburi.
Los primeros gestos de protesta se registraron frente a la sede de la representación diplomática de Yangon, pocas horas después de publicarse la sentencia; las manifestaciones continuaron en los días sucesivos, para luego difundirse en varias ciudades de Tailandia, promovidos por trabajadores inmigrantes oriundos de Myanmar.
Recientemente, el poderoso jefe el ejército birmano, General Min Aung Hlaing, solicitó la revisión del proceso. En respuesta, el prémier tailandés, Prayuth Chan-ocha -ex jefe del ejército a cargo de la Junta que promovió el golpe blanco el año pasado- afirma que el proceso responde a los estándares de justicia internacional y que los imputados tiene derecho a apelar.
02/01/2016
25/04/2022 14:07
12/01/2021 12:15