Conflicto sirio: el encuentro en Viena, "momento crucial para la paz"

Para Staffan de Mistura, los diálogos previstos para el 14 de noviembre son una ocasión para poner fin a la guerra, que "no puede ser echada a perder" . Moscú elabora un plan de 18 meses, al cual seguirán elecciones anticipadas. Hay todavía incertidumbre acerca del rol que jugaría Assad. Fue atacada Lattakia, bastión gubernamental. El ejército vence al Estado Islámico, que asediaba el aeropuerto de Kweires.

Damasco (AsiaNews/Agencias) - El enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, invita a las potencias mundiales implicadas en el conflicto sirio a "aprovechar el momento", para iniciar nuevos coloquios internacionales y encarar un proceso de paz que ponga fin a los cuatro años de lucha sangrienta. Al margen de un encuentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el diplomático habló de una ocasión "que no hay que echar a perder", al referirse a las reuniones en Vierna. El 14 de noviembre, la capital austríaca hospedará a la cumbre que involucra a 20 países y organismos internacionales, con el objetivo de lograr un cese del fuego entre el gobierno del presidente Bashar al Assad y el cúmulo de grupos de la oposición.

Hoy empiezan a reunirse tres grupos de trabajo distintos, en un intento por allanar -o reducir- las diferencias en cuanto al tema del terrorismo, al rol de la oposición y a la crisis humanitaria vigente en el área se refiere, situación que ya ha causado la muerte de 250.000 personas, además de millones de desplazados. El debate servirá pata establecer actores válidos que podrían llegar a tener un rol dentro del proceso político.

Fueron excluidos del proceso diplomático el Estado Islámico, el Frente de al Nusra (rama local de Al Qaeda) y otros pequeños grupos, que las Naciones Unidas considera "terroristas". “Mi trabajo -explicó de Mistura - es hacer modo tal que los grandes países como Rusia, Arabia Saudita e Irán se sienten a la mesa de negociaciones y elaboren un plan político”.

En las últimas horas, en el campo diplomático, Rusia preparó y difundió un "plan de paz" que prevé reformas constitucionales a ser completadas dentro de un plazo de 18 meses, al cual seguirán elecciones presidenciales anticipadas. En el texto no se aclara si, durante este período, Assad deberá permanecer en el poder o ceder el mando del país; y es justamente éste, el rol del presidente, el factor crucial en torno al cual giran las diversas posiciones de las potencias regionales y mundiales.

En el documento propuesto por el Kremlin, se subraya, entre otras cosas, que "algunos" grupos de oposición deben ser involucrados en las tratativas para un plan de paz, que se celebrarán en Viena. Un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso confirma "la prioridad", en vista de las reuniones que se llevarán a cabo el 14 de noviembre, de "establecer qué grupos de la oposición siria deben ser considerados como socios a lo largo del proceso, y cuáles, en cambio, son considerados "terroristas" y no pueden ser tomados en consideración".

La propuesta de ocho puntos, elaborada por Moscú, no excluye la participación de Assad en las elecciones, un factor que otras naciones (Estados Unidos, Arabia Saudita y Turquía) rechazan a priori. Por el contrario, el proceso de reformas no será guiado por el actual presidente, sino por una figura que sea acordada en forma conjunta por todos los actores que participan en el conflicto.

Mientras tanto, ayer murieron 22 personas y otras 62 resultaron heridas en un bombardeo ejecutado en la ciudad de Lattakia, feudo alawita del presidente Assad, que hasta ahora había permanecido al margen de gran parte de los combates. Es el episodio más grave ocurrido en esta localidad balnearia desde el 2011 hasta hoy, y los focos de conflicto han abarcado asimismo las áreas al norte y al este de la provincia homónima. En el ataque tomaron parte los rebeldes y el ejército sirio, apoyado por milicias de Hezbollah que están activas en la zona.

Simultáneamente, el ejército de Damasco festejó su primera victoria significativa sobre las milicias del Estado Islámico, desde que Rusia entrara a tomar parte en el conlficto sirio. Los militares fieles al presidente Assad lograron terminar con el asedio que los jihadistas concretaban desde hace dos años en el aeropuerto de Kweires, en la inmediaciones de Aleppo. La ofensiva para reconquistar el control del sitio, lanzada a fines de septiembre, fue apoyada por milicianos iraníes, elementos de Hezbollah y por bombardeos ejecutados por la aviación de Moscú.