China: discapacitadas estaban cautivas en una pocilga y eran vendidas como “esposas” a campesinos del norte

La policía descubrió el tráfico de personas llevado a cabo por un grupo compuesto por diez personas, todas arrestadas. Las jóvenes, con problemas mentales, eran compradas a sus familias por 400 euros y luego eran revendidas a aproximadamente 14.000 euros a campesinos del norte del país. A ellas “las usaban sólo para tener hijos”. La política del hijo único ha creado un desequilibrio social terrible: por cada 118 varones nacen sólo 100 mujeres.

Beijing (AsiaNews) – Discapacitadas mentales de entre 20 y 30 años de edad eran vendidas por sus familias de origen, que las consideraban una carga, y estaban cautivas en una pocilga, a la espera de ser compradas por campesinos del norte de China, quienes a su vez tampoco las cuidaban, sino que solamente las embarazaban para poder tener hijos. Es la terrible historia que ha abarcado a un número aún no precisado de jóvenes chinas, en su mayor parte, oriundas de la provincia meridional de Guangdong, que terminaron en manos de una banda criminal. El grupo fue detenido hoy en un allanamiento efectuado por la policía local. Los diez miembros fueron todos arrestados.

Según la agencia oficial Xinhua, las mujeres eran vendidas por las familias de origen a un precio que podía variar entre 3 y 5.000 yuan (de 400 a 650 euros). Con la promesa de ser “dadas por esposas a familias respetables”, eran llevadas a Shandong: aquí eran conservadas en una pocilga, propiedad de uno de los miembros de la banda identificado sólo como Sun. Sus familias de origen no se lo cuestionaban demasiado: por tradición, los discapacitados en China son considerados una carga.

Era el mismo Sun quien identificaba a los posibles “maridos”, en su mayor parte, campesinos de las zonas montañosas de Shandong que querían tener hijos. Una vez encontrados, advertía a los socios en Guangdong y en Guangxi quienes – a su vez – partían para buscar a las jóvenes. Quienes fueron rescatadas, dice la policía, eran todas de 20 a 30 años de edad y tenían problemas mentales. El grupo fue descubierto, casualmente, durante un traslado: un par de hombres llevaba en un tren a una joven, con signos evidentes de desequilibrio, hacia el norte, y fueron detenidos por la policía ferroviaria.

Xu Jian, funcionario de la policía que supervisó los arrestos, explica: “Las jóvenes eran revendidas por una cifra que podía variar entre 50 y 100.000 yuan [entre 7 y 14.000 euros]. Los criminales acumularon varios cientos de miles de yuan en dos años”. Las familias de origen se mostraron indiferentes a la suerte de las jóvenes rescatadas de la pocilga y una de ellas, escribe Xinhua, no quería traer a su hija de regreso: se convenció de hacerlo sólo luego de que se le prometió que se les abonaría un subsidio estatal para su manutención.

Escándalos de este tipo no son en absoluto nuevos en China, donde el tráfico de personas golpea en modo particular a las jóvenes pertenecientes a las clases menos pudientes. La política del hijo único, la tradicional predilección de los chinos por los hijos varones y la difusión de tecnologías para el cuidado pre-natal, que gracias al uso de imágenes de ultrasonido permiten conocer con antelación el sexo de la criatura por nacer, han contribuido a generar un desequilibrio entre los géneros que no tiene comparación en el mundo.

De acuerdo a los datos oficiales, informados siempre por la agencia Xinhua, la tasa de población por género es de aproximadamente 118 hombres por cada 100 mujeres. Sin embargo, expertos y activistas consideran que la realidad es que hay 123 hombres por cada 100 mujeres.