Zhang Xuezhong a la ANP: La pandemia de Wuhan demuestra el fracaso del sistema chino (II)

de Zhang Xuezhong

La gestión de la pandemia del coronavirus no fue para nada un suceso, como se propaganda en China y en muchos países. El silencio, la censura, el descuido hacia la salud de la población, los secuestros y el robo de material sanitario decretan “un completo fracaso”. La urgencia de un sistema de gobierno “moderno” y democrático. La segunda parte de la carta abierta del constitucionalista, héroe de los derechos humanos.

Shanghái (AsiaNews) – El estallido de la pandemia, la censura de las noticias, el descuido hacia la salud de la población, los secuestros y el robo de material sanitario demuestran no el “suceso” del modelo chino como muchos en China y en el extranjero propagandan, sino lo contrario: “un completo fracaso”. Es la opinión del constitucionalista Zhang Xuezhong. La raíz de tal desastre está en el hecho que el sistema de gobierno chino es anticuado y premoderno, y necesita de una estructura y de una constitución democráticas. Por haber publicado esta carta abierta suya a los delegados de la Asamblea nacional del pueblo, en curso a Beijing, Zhang sufrió interrogatorios y censura. Publicamos extractos de la segunda parte de su carta abierta Para leer la primera parte, v.aquí.

Bajo este sistema premoderno, el poder de los oficiales públicos falta hasta de las minimales restricciones y obligaciones, esto les permite a ellos abusar de su poder para sus propios intereses y al mismo tiempo olvidan de realizar sus propios deberes, respetando los intereses vitales del público, hasta la seguridad de sus vidas. Por lo tanto, como resultados, siguen un difundida corrupción de los representantes y el total colapso de la “gobernanza” social.

El estallar de la epidemia y su difusión ilustran este problema muy bien. Respondiendo a una crisis sanitaria pública, un gobierno hace conocer al público en tiempo y en modo pleno

todas las informaciones. DE tal modo que esto ayuda al público a hacer elecciones seguras y razonables de conducta y de vida, que es la clave para evitar un empeoramiento de la crisis.

Lamentablemente, la lógica de informar al público como respuesta racional a las crisis es

diametralmente opuesta e incompatible con la lógica del control social en los sistemas premodernos de gobierno.

A juzgar por las noticias públicas existentes, el gobierno local de Wuhan no sólo escondió por largo tiempo la epidemia al público, sino que suspendió en modo severo a los ciudadanos que revelaban informaciones sobre la epidemia. Hasta el 3 de enero de 2020 las agencias del ministerio de Exteriores han notificado al gobierno de los EEUU cuestiones acerca de la epidemia, pero en paralelo, los departamentos de control para las enfermedades no dijeron nada a gente de nuestra nación: ¡una tal irresponsable actitud hacia la seguridad de la vida del propio pueblo es una cosa rara en este mundo!

Por otra parte, por un largo tiempo después de la aparición de los primeros casos, fueron pocos periodistas profesionales independientes en hacer investigaciones y reportajes sobre la epidemia, tampoco hubo ni siquiera profesionales que ofrecieran consejos profesionales al público, ni organizaciones de ayuda social que tuviesen algún rol. Esto no quiere decir que China no tenga buenos periodistas o buenos doctores o ciudadanos que sirvan al bien común: todo esto demuestra sólo que el estrecho control a largo plazo de la sociedad y del pueblo a obra del gobierno casi completamente destruyó la capacidad de respuesta y de ayuda de la sociedad china. n los 22 días de la clausura de la ciudad, el gobierno de Wuhan todavía estudiaba y castigaba a ciudadanos que habían compartido informaciones sobre la epidemia (comprendido el Dr. Li Wenliang, que lamentablemente murió) demostrando cuán mezquina y despótica sea la supresión de la sociedad de parte del gobierno.

Después del estallido de la epidemia en Wuhan, la ineficiente, incompetente, superficial respuesta del gobierno atrajo la atención mundial. Después que Wuhan “cerró la ciudad”, un gran número de pacientes sospechosos (positivos) no fueron testeados, ni aislados en modo efectivo y en tiempo. Cuando el personal médico en la brecha se arriesgó en combatir la epidemia, los gobiernos a todos los niveles-que normalmente se glorían de sus sucesos-fueron incapaces de proveer para ellos hasta los más basilares instrumentos de apoyo. Por toda la duración de la epidemia, los gobiernos de las diversas regiones- tomando ventaja del estilo separatista de “autoprotección” de los propios vecinos-han secuestrado los materiales el uno del otro; violación de los derechos humanos sucedieron en diversas partes o lugares; desastres humanitarios sin número sucedieron en toda la zona de la epidemia. Esto hizo claro el hecho que los que habían superado los 70 años fueron un total fracaso en términos de construcción de la nación y de la gobernanza social.

Hasta ahora China necesita urgentemente sustituir el actual sistema de gobierno premoderno. atrasado e injusto, con una forma moderna de gobierno basada por lo menos sobre los principios de soberanía popular, autonomía social, competición entre partidos políticos, separación de los poderes (con verificaciones y igualamientos), independencia de la justicia, libertad de prensa. Y esto para defender los derechos civiles, proteger la vida de los civiles, proteger la vida de las personas, realizar una transición de la política nacional y la modernización de la gobernanza social. Esto significa que es necesario reemplazar la presente pseudo- constitución con una genuina constitución que refleje la voluntad política de todos los ciudadanos.