Yunnan: hasta 13 años de prisión para los cristianos acusados de pertenecer a una secta apocalíptica

La secta en cuestión es Tres grados del servicio, un grupo pseudo-protestante clandestino, fundado en Henan y difundido sobre todo en las zonas rurales. Lo condenados reivindican ser solamente cristianos y no saber nada de esta secta. A los abogados defensores se los ha amenazado con la revocación de su matrícula profesional.

Lincang (AsiaNews/ChinaAid) - Un tribunale de Lincang (sur de Yunnan) condenó a un grupo de cristianos a penas de hasta 13 años por pertenecer a una secta apocalíptica que las autoridades definen como “culto ilegal”.

En detalle, Ju Dianhong, que recibió una pena de 13 años, es acusado de guiar la secta, reclutar nuevos adeptos, desarrollar la labor misionera y difundir rumores sobre un inminente apocalipsis. Ju ha decidido apelar la sentencia, por dos razones: jamás ha sentido hablar de la secta en cuestión; ni siquiera conoce el significado de la palabra “culto”. Cree y reza solamente a Jesucristo –declaró- y jamás hizo mal a nadie ni ha obrado en contra de los principios de la Biblia.

La secta a la que se hace referencia es la de los Tres grados de Servicio. Se trata de un grupo pseudo-protestante clandestino fundado en Henan, que se ha difundido sobre todo en las zonas rurales y que clama tener millones de seguidores. La secta fue fundada por Xu Shuangfu, quien fue condenado a muerte en 2006, acusado de haber asesinado a miembros de otra secta competidora, y de haber sustraído millones a los seguidores. En esa época, la hija de Xu, Baiyin, había declarado que su padre había firmado una “confesión” que fue extraída mediante torturas.

Además de Ju Dianhong, otras cinco personas, acusadas de pertenecer a la secta, fueron condenadas a penas de 10 y 4 años.

Según China Aid al menos 200 miembros del grupo fueron arrestados en Yinnan y 40 aguardan ser incrimindados y procesados. Las autoridades han amenazado a sus abogados con una revisión (y boqueo) de su licencia profesional, por el hecho de defender a estas personas, aún cuando la ley china garantiza que todo imputado debe contar con la asistencia de un letrado.

Uno de los abogados, Xiao Yunyang, ha dicho que él y sus colegas continuarán defendiendo al grupo.

Según estudiosos de la Academia de Ciencias Sociales de China, las sectas se difunden en las zonas rurales porque satisfacen en lo inmediato una necesidad religiosa en una sociedad que se declara oficialmente atea. Al mismo tiempo, el apoyo y la ayuda del grupo llena un vacío dejado por un gobierno que no les ofrece ningún tipo de asistencia social.