Un sacerdote ha denunciado el deterioro de los alrededores del histórico colegio de San Ignacio, residencia de profesores y seminaristas. El ministro indonesio de Medio Ambiente exigió medidas inmediatas y amenazó con emprender acciones legales contra la administración local, que admitió las dificultades.

Yogyakarta (AsiaNews) - Un sacerdote jesuita, el padre Mutiara Andalas, ha llamado la atención de las autoridades indonesias al recostarse sobre una montaña de basura para denunciar la mala gestión de la eliminación de residuos en la ciudad de Yogyakarta. El gesto simbólico, que tuvo lugar a principios de octubre pero que no se ha hecho viral hasta hace poco en las redes sociales, provocó una reacción inmediata de las autoridades locales y del Ministro de Medio Ambiente, Hanif Faisol Nurofiq.

La basura está amontonada en una zona provisional cerca del histórico Colegio San Ignacio, residencia de profesores y seminaristas jesuitas. «Esta montaña de basura se encuentra junto a nuestra valla y al campus de la Universidad Sanata Dharma», explicó el padre Andalas a AsiaNews.

El sacerdote estuvo acompañado en la acción por un estudiante llamado Vian, originario de la isla de Flores, en la provincia oriental de Nusa Tenggara. «Al principio queríamos recoger los residuos y llevarlos a la Cámara Regional del Parlamento de Yogyakarta, pero decidimos optar por un gesto diferente para llamar más la atención».

La difusión del vídeo en las redes sociales llevó al ministro de Medio Ambiente a visitar el lugar. Durante la visita, el ministro Nurofiq planteó la idea de emprender acciones legales si el problema no se resolvía rápidamente. «Si la gestión de residuos se hubiera hecho correctamente, no se habría producido una situación tan desafortunada en el emplazamiento de Mandala Krida», declaró el ministro, acusando a la administración local de descuidar el estado del depósito a pesar de que el gobierno ha destinado varios miles de millones de rupias a la eliminación de residuos. 

Cada día se generan en Yogyakarta unas 300 toneladas de residuos, pero sólo se recogen y eliminan 180 toneladas, admitió el alcalde Sugeng Purwanto. El resto permanece amontonado, lo que agrava el riesgo de problemas de saneamiento para la comunidad circundante, incluido el Colegio San Ignacio y el campus de la Universidad Sanata Dharma.

El gobernador y sultán de Yogyakarta, Hamengkubuwono X, se declaró enfurecido por la mala gestión de la situación, e instó al alcalde a abordar el problema con mayor seriedad. Sin embargo, la falta de coordinación con los organismos civiles y la ausencia de un plan eficaz para un vertedero fijo siguen obstaculizando la resolución del problema.

 

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