Yogyakarta: los católicos lloran al padre Prier, pionero de la "inculturación musical"
El misionero jesuita de origen alemán falleció hace unos días a la edad de 87 años. Fundó la exitosa Pusat Musik Liturgi (Pml). Con Paul Widyawan compuso más de 1.800 piezas litúrgicas. En 2018, había sido objeto de un grave atentado por parte de fundamentalistas islámicos.
Yogyakarta (AsiaNews) - Los católicos indonesios lloran la muerte del jesuita de origen alemán P. Karl-Edmund Prier, fallecido el 21 de enero en Yogyakarta a la edad de 87 años. Se le recuerda por su misión pionera en el uso de la música litúrgica durante la Eucaristía, en una perspectiva de inculturación. Un proceso que se desarrolló gracias también a las indicaciones surgidas del Concilio Vaticano II y que le llevó, con el paso de los años, a fundar un "centro de música litúrgica" en Java Central, más conocido en el idioma local con el nombre de Pusat Musik Liturgi (Pml), que ha ido ganando numerosos seguidores con el paso del tiempo. El clérigo, junto con el centro que ha tomado forma y se ha desarrollado gracias a su trabajo, sigue siendo considerado "la figura más importante" de la Iglesia en la valorización del inmenso patrimonio que es la "música étnica local" en Indonesia. Y en darle valor y dignidad.
Llegado a Java en 1964, desde el principio utilizó su talento musical para actividades pastorales en la parroquia de Wonosari, una zona remota de la región especial de Yogyakarta. Oyendo a menudo música "gamelan" (tradicional local) en la parroquia, el sacerdote quiso aprender más sobre ella y su uso en el teatro. Desde entonces, su apasionada investigación y estudio en profundidad de la composición musical local ha florecido, dando sus frutos.
Con el Concilio Vaticano II y la indicación de aplicar (también) la inculturación musical, el sacerdote encontró el apoyo renovado de los dirigentes de la Iglesia indonesia para fundar la LMP. A esto se añade la formación de "Vocalista Sonora", un grupo de músicos y cantantes de talento cuya principal "tarea" es entretener a la gente con sus actuaciones musicales, con una intención concreta: promover la tradición multicultural de Indonesia en las formas de música, vestimenta y danza.
El centro empezó a promover la creación de composiciones musicales litúrgicas inculturadas utilizadas en la Eucaristía; al mismo tiempo, el P. Prier invitó a decenas de miembros del grupo Vocalista Sonora a viajar a algunos países europeos para una gira musical. Ambas iniciativas tuvieron mucho éxito y captaron la atención de los indonesios en su país, así como de muchos públicos y realidades artísticas en el extranjero. Entre los logros más populares del sacerdote está el libro de oraciones y álbum musical Madah Bakti, que fue utilizado por los católicos indonesios durante varias décadas, hasta la más reciente publicación de un "libro de referencia" para sustituirlo.
Acompañado y apoyado por su fiel protegido, el difunto Paul Widyawan, el P. Prier recorría a menudo el archipiélago para entretener a los músicos locales y formarles en la composición de su propia música mediante un taller de dos días. La iniciativa se convirtió en tal modelo que se ha repetido en un total de 57 talleres musicales por toda Indonesia. A partir de estos talleres con músicos locales, el padre Prier y Widyawan acabaron componiendo partituras de nuevas piezas de música litúrgica que luego se utilizaron también en la Eucaristía, una nueva práctica que se ha implantado en todas las parroquias del país. Ambos han producido más de 1.800 piezas musicales, algunas de las cuales han sido recomendadas por los dirigentes de la Iglesia indonesia como cantos litúrgicos oficiales.
Además de los éxitos y los premios, también ha habido momentos difíciles a lo largo de los años, como el ataque con machete que sufrió mientras celebraba una misa por parte de fundamentalistas islámicos. El incidente tuvo lugar hace algo más de seis años, el 11 de febrero de 2018, en la iglesia de Santa Lidwina en Bedog (Yogyakarta). Mientras el sacerdote se encontraba en el altar en presencia de cientos de fieles, Sulyono -el agresor- se acercó de repente y comenzó a atacar al sacerdote. Herido de gravedad en la cabeza y los brazos, el padre Prier fue trasladado al hospital y se recuperó sorprendentemente rápido. Lo que conmocionó al mundo fue su gesto de perdonar a su agresor y no sentir ningún daño ni animadversión, declarando que "mi culpa fue no haber huido del lugar...".
17/12/2016 13:14
