Yemen, miles participan en las exequias de los niños masacrados. Riad: ‘Daños colaterales’

En los funerales de 40 menores que fueron víctimas de un ataque saudita, la multitud presente entonó eslóganes y cantos de protesta contra Riad, Estados Unidos e Israel. Los cuerpos de las víctimas fueron envueltos en paños verdes, símbolo del islam. Un Ministro de los Emiratos justifica el uso de la fuerza. El secretario general de la ONU promueve una investigación independiente.

Saná (AsiaNews/Agencias) – Miles de personas participaron, en Yemen, en los funerales grupales de los 40 niños que fueron muertos en el ataque aéreo del 9 de agosto, lanzado por la coalición árabe -guiada por los sauditas- en la localidad de Dahyan, provincia de Saada (bastión de los Hutíes). Los vehículos que transportaron los cuerpos fueron envueltos en banderas verdes, símbolo del islam. Durante las exequias, la multitud entonó consignas y cantos de protesta contra Riad, aliado del gobierno yemenita en la lucha contra los rebeldes chiitas filo-iraníes.

En el ataque, cuyo blanco fue un autobús cargado de civiles, murieron 51 personas: la mayor parte eran niños de entre 10 y 13 años. Hubo cuando menos 79 personas heridas, y algunas se encuentran en condiciones graves.

Frente a las críticas de activistas, de organizaciones a favor de los derechos humanos y de máximos exponentes de las Naciones Unidas –entre ellos cabe destacar al secretario general Antonio Guterres, que invoca una investigación independiente- Arabia Saudita continúa refiriéndose a la acción militar diciendo que la misma ha sido “legítima”. Para Riad, las víctimas civiles, y en particular los niños, son atribuibles a “daños colaterales” y afirma que la responsabilidad debiera recaer en los Hutíes, que son los “responsables del reclutamiento y del adiestramiento de jóvenes”.

Ayer, el ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) –aliado de Riad en la guerra en Yemen- justificó el uso de la fuerza, incluso a costas de la vida de menores de edad. “La guerra –subrayó Anwar Gargash – jamás podrá ser una operación limpia”.

Para la población local azotada por la tragedia, la coalición árabe –que en el pasado ya ha sido acusada del provocar el 51% de las muertes entre la población civil, e incluso de niños- ha cometido “crímenes sin precedentes” que “la historia y la humanidad jamás olvidarán”. Los cuerpos fueron envueltos en sábanas blancas, y las protestas -colmadas de ira y dolor- se llevaron a cabo incluso en la capital, Saná.

Al comentar la masacre, el líder del movimiento rebelde calificó el hecho como “un crimen” perpetrado por los americanos y sus aliados “contra niños de Yemen”. Se refería al hecho de que la coalición árabe encabezada por los sauditas recibe apoyo logístico y colaboración de la inteligencia de los Estados Unidos, del Reino Unido y de Francia. El jefe del comité revolucionario Hutí, Houthi Mohamed Ali al-Houthi, que estuvo presente en los funerales, acusó a Washington, responsabilizándolo por la “masacre”. “Muerte a América, muerte a Israel” respondió la multitud en coro, retomando eslóganes que guardan cierta familiaridad con la propaganda del aliado iraní.