Yemen, ataque aéreo sobre una fiesta de bodas: hay al menos 15 muertos y 25 heridos

El ataque ocurrió ayer, cuando comenzaba a anochecer. Estuvo centrado sobre una residencia privada en Sanban, a aproximadamente 100 km al sudeste de Sana’a, que se encuentra bajo el control de los Houthi. Riad no comenta el hecho, pero tras el ataque estaría la coalición liderada por los sauditas. Hay alarma humanitaria en el país: el 80% de la población corre el riesgo de sufrir hambre, y hay al menos 2.300 víctimas entre la población civil.

Sana’a (AsiaNews/Agencias) - Un ataque aéreo en Yemen - que muy probablemente- fue ejecutado por la coalición saudita sobre un grupo de personas que participaban de una fiesta de bodas, asesinando a por lo menos 15 personas e hiriendo a otras 25. El ataque ocurrió ayer por la noche y se centró en una residencia privada localizada en Sanban, provincia de Dhamar (aproximadamente 100 km al sudeste de la capitale), en una zona que está bajo el centrol de los rebeldes chiítas Houthi. Desde marzo pasado que los Houthi se han convertido en el blanco de una campaña militar guiada por Riad.

El 28 de septiembre pasado otro ataque aéreo había sido ejecutado sobre una fiesta de bodas en la ciudad costera de Mocha, sobre el Mar Rojo, asesinando, en esa ocasión, a 130 personas. La coalición desmintió ser responsable de dicho ataque, que se trató del incidente más grave desde el inicio de la guerra. Sin embargo, el ataque parece haber sido obra de Riad.

En las últimas horas, el gobierno saudita y sus socios árabes no han querido comentar este nuevo episodio de sangre, mientras tanto, crece el número de víctimas entre la población civil. Según datos estimados por las Naciones Unidas -que hace ya tiempo emitieron un alarma acerca de los "costos" de la guerra en términos de vidas humanas- , en lo que va del conflicto ya perdieron la vida casi 5.000 personas, de las cuales 2.300 fueron civiles.

Apoyados por los ataques aéreos, las fuerzas a favor del gobierno lograron reconquistar hace tiempo varias áreas al sur de Yemen, expulsando a las milicias chiítas de la ciudad portuaria de Aden, la segunda más importante del país. Los ataques, que son también apoyados por los Estados Unidos, comenzaron en marzo, dos meses después de la toma del gobierno por parte de los rebeldes chiítas Houthi.

Ayer, los altos mandos del movimiento chiíta - que tiene una alianza político-militar con Irán- anunciaron que han aceptado por escrito el plan de paz, que contempla siete puntos, elaborado por la ONU. El acuerdo prevé, entre otras cosas, el cese del fuego, el retiro de las milicias armadas de las ciudades, y el regreso del gobierno de Aden a la capital, Sana’a. El presidente yemení, Abdrabbuh Mansour Hadi, pretende, sin emabargo, que los rebeldes Houthi, apoyados por Irán, se retiren de las áreas ocupadas antes de suscribir el acuerdo.

Activistas y organizaciones en defensa de los derechos humanos han acusado a Arabia Saudita, y a los demás países de la coalición árabe, de llevar a cabo crímenes de guerra, y reclaman a la comunidad internacional para que se interrumpa la venta de armas a estas naciones. Los expertos afirman que es necesaria -con urgencia- una investigación independiente y eficaz sobre las violaciones, además del bloqueo al comercio de armamento.

El país estaría atravesando un desastre humanitario, y casi 21 millones de personas (equivalentes al 80% de la población) estarían en condiciones de "carestía", necesitando desesperadamente alimentos y medicinas. Hay casi 1,5 millones de desplazados internos.