Yangon: acuerdo por del cese del fuego entre el gobierno y los grupos étnicos, pero es temprano para festejar
Yangon (AsiaNews)- Los representantes del gobierno birmano y de los 16 grupos rebeldes armados de Myanmar, subscribieron el primer borrador para el cese del fuego, en el contexto de un plan en escala nacional para el fin de los conflictos armados en el país. En el momento de la firma estaba también presente el presidente birmano, Thein Sein, que quiso festejar en primera persona en un evento que muchos analistas y observadores internacionales definen “histórico”. De hecho se respetado, el acuerdo alcanzado hoy en el Myanmar Peace Centre en Yangon podría escribir la palabra fin a decenios de violencias étnicas.
Ayer los representantes de los dos frentes- el gobierno, la Union Peace Work Commitee y el bloque de los grupos étnicos del Nationalwide Ceasefire Coordination Team (Ncct)- han confirmado el logro de un compromiso que tiene que ver con todos los puntos controvertidos. Ahora el borrador está listo para ser presentado a los varios líderes étnicos, que deberán dar la aprobación final.
El Nationalwide Ceasefire Agreement, más conocido como Nca, está compuesto de 7 capítulos, 33 secciones y 86 cláusulas. Las Naciones Unidas han recibido la noticia con favor por la firma, definiéndolo como “una meta histórica y significativa”, que ha puesto la base para una “paz genuina y permanente para el país”. Satisfacción también la expresó el presidente Thein Sein, el cual afirma que “la gente necesita paz, la desea y esperan la paz”.
Sin embargo, quedan abiertas algunas cuestiones fundamentales para una verdadera paz en el país. Primera entre todas, la falta a los coloquios en programa en estos días de los representantes de la minoría Kokang, protagonistas del último y sangriento conflicto en orden de tiempo con el ejército birmano. Todavía hoy se registran focos de violencia entre rebeldes y soldados del gobierno, así como en otras zonas de Myanmar.
Interpelada por AsiaNews, Khon Ja Labang- líder católica, ya miembro del movimiento Kachin Peace Network. Comprometida en la pacificación de las áreas teatro de conflictos étnicos- subraya que, a despecho de las proclamas, se hace “difícil creer” en la sinceridad de las autoridades birmanas. Y es aún más difícil “creer y fiarse” de los vértices del ejército birmano (el Tatmadaw), si bien “queda firme el deseo de no sentir más ni siquiera un disparo de cañón”. Por otro lado, explica la activista católica, “todavía esta mañana estaban en acto enfrentamientos e invasiones en la ciudad de Mansi, en el Estado Kachin”.
Analizando más en profundidad el Nca, la líder Kachin afirma que “hay algunos puntos que no están puestos por las partes en el acuerdo” y hay también diferencias en campo entre el frente gubernamental y los grupos étnicos representantes en el Ncct. “Estos puntos-advierte- van resueltos”. La falta de algunos grupos étnicos, agrega, lleva a decir que “el acuerdo no es en escala nacional” y luego existe un precedente: el acuerdo firmado el 10 de marzo pasado entre el gobierno y los estudiantes, el cual no ha impedido violencias y represiones por parte de los militares, además de un desmentido de hecho del compromiso alcanzado.
Myanmar está compuesto por más de 135 etnias, que siempre han fatigado en convencer en modo pacífico, en particular con el gobierno central y su componente de mayoría birmana. En el pasado la junta militar usó la mano dura contra los más rebeldes, entre los cuales los Kachin en el homónimo territorio en el norte, a lo largo de la frontera con China y más recientemente con los rebeldes Kokang en el Estado Shan. Iniciada en junio de 2011 después de 17 años de relativa calma, la guerra en el Estado Kachin causó decenas de víctimas civiles y al menos 200 mil evacuados; en agosto pasado los obispos de la región han lanzado un pedido por la paz, auspiciando una solución “duradera” del conflicto.