Yangon, ‘horas frenéticas’ por la llegada del Papa. El compromiso de los católicos por los peregrinos

de Paolo Fossati

Se esperan unas 200 mil personas para la misa solemne en el Kyaikkasan Ground. Entre ellas también estarán líderes budistas y musulmanes. Están llegando unos 6 mil jóvenes para la misa de los jóvenes del día siguiente. También filipinos y tailandeses por el histórico viaje apostólico del Papa Francisco.

Yangon (AsiaNews)- En los principales edificios y lugares de culto de la comunidad católica de Yangon están en pleno funcionamiento los últimos preparativos en vista de la llegada del Papa Francisco, primer pontífice que visita Myanmar en un viaje apostólico. “Son horas realmente frenéticas, declara hoy al enviado de AsiaNews, el p. Mariano Soe Naing, , vocero de la Conferencia de Myanmar (Cbcm) y director de la Oficina para la comunicación social (bcm Osc). Si bien esté casi todo pronto, hoy estamos comprometidos con las fuerzas de la policía birmana para definir un protocolo de seguridad para la misa que el Santo Padre celebrará en el Kyaikkasan Ground, la mañana del 29 de noviembre. Los controles son muy severos con la finalidad de evitar cualquier motivo de problema”, afirma el p. Mariano.

Culmen de la visita del Papa, la celebración solemne continúa atrayendo la curiosidad de los ciudadanos birmanos. Nadie quiere faltar al histórico evento, comprendidos los no católicos. Además de los esperados casi 200 mil fieles de todo el país, a la Cbcm continúan llegando pedidos de acreditaciones por parte de numerosos budistas y musulmanes, pero por razones organizativas estas son acordadas con las autoridades religiosas. “No queremos-agrega el vocero de la Cbcm-que personas no acostumbradas a nuestras funciones religiosas puedan crear disturbios durante el desarrollo de la misa. Esto se refiere también a los 300 periodistas que tomarám parte. A ellos les asignamos un espacio especial dentro del estadio, para evitar creando preocupación en su deambular por el estadio”.

Mientras tanto, en la catedral de St. Mary, situada en el corazón de la ciudad, lo voluntarios trabajan duramente para ultimar las estructuras que recibirán a los jóvenes católicos, protagonistas de la misa del 30 de noviembre. Mientras que algunos jóvenes se ocupan de las decoraciones dentro de la iglesia (en la foto), otros araman los cobertizos para el exterior del templo (foto). El p George (en la foto), sacerdote asistente en la catedral, declara: “los jóvenes que participarán en la misa serán muchísimas, unos 6 mil. Sin embargo, sólo 1000 podrán estar adentro. Otros 2 mil seguirán la celebración desde afuera en las maxi-pantallas colocados afuera, otros 3 mil estarán más allá de los muros del complejo. Vendrán de todas las regiones del país y también del extranjero; filipinos, australianos, tailandeses, ¡nadie quiere faltar!”. “Los jóvenes están entusiasmados por la llegada del S. Padre. Él los alentará a crecer en la fe, porque son los líderes católicos del mañana. El tema del viaje apostólico es “Love and Peace” y a través de su mensaje el Papa Francisco les dará la responsabilidad de ser instrumentos de paz y reconciliación para nuestro país” concluye el sacerdote.

Cada peregrino que irá a Yangon encontrará hospitalidad en los hostales preparados por las parroquias y por los centros religiosos. Sin embargo, mientras se acerca más la llegada del Papa, más católicos piden hospitalidad. La parroquia de Our Lady of Fátima (en la foto), una de las parroquias más importantes de la ciudad, está destinada a recibir a algunos fieles que provienen del norte de Myanmar, casi todos de etnia Chin. “No esperábamos un centenar de personas, pero ahora estamos preparándonos para recibir a casi 1000 peregrinos”, nos dice el párroco, el p. Philip Mg Mg. “Hay algunas dificultades organizativas, pero cada uno trata de contribuir”. Pero, lamentablemente muchos católicos pertenecientes a los grupos étnicos, donde está en curso una vieja guerra civil y violente y no podrán venir a Yangon. En el exterior de la iglesia una grupo de jóvenes voluntarios de etnia Kachin, trabaja en reparar un cobertizo de madera (en la foto). Ayer un fuerte temporal destruyó la que había sido construida en precedencia. “Se derrumbó porque la habían construido los birmanos. Nosotros en cambio, somos Kachin, gente de montaña y sabemos trabajar muy bien la madera, somos hábiles y veloces”, bromean los muchachos con el enviado de AsiaNews. (PF)