Yangon, Aung San Suu Kyi no Irá a la Asamblea General de la ONU

El vice-presidente de Myanmar Henry Van Thio tomará el lugar de la Señora. El anuncio llega después de las acusaciones del Alto comisariado de las Naciones Unidas para los derechos humanos. En el Consejo de seguridad Myanmar espera en Rusia y China. Las acusaciones a la líder birmana. Las sospechas sobre el rol del ejército durante las tensiones étnicas.

Yangon (AsiaNews/Agencias) – En el centro de las críticas internacionales a raíz de la violencia étnica estallada en la provincia de Rakhine, la consejera de Estado de Myanmar Aung San Suu Kyi no participará en la próxima sesión de la Asamblea general de las Naciones Unidas, programada en Nueva York el próximo 20 de setiembre. Lo refiere Zaw Htay, vocero de su partido.

El anuncio llega después de que el Alto comisariado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, acusó a Myanmar de realizar “ataques sistemáticos” contra los civiles Rohingyá y sugirió que estería en curso una “limpieza étnica” contra la minoría islámica. El vicepresidente de Myanmar Henry Van Thio tomará el lugar de la Señora y hablará en la asamblea.

La crisis que estalló luego de la contraofensiva emprendida por las fuerzas de seguridad birmanas tras una serie de ataques realizados por militantes Rohingyás es la más grande que Suu Kye haya enfrentado, desde que se convirtiera en líder de Myanmar. A pedido de Gran Bretaña y de Suecia, el Consejo de seguridad de la ONU se reúne hoy para tratar la cuestión de la violencia que han causado el éxodo de más de 350.000 Rohingyás hacia la frontera con Bangladesh y la evacuación de más de 30.000 personas entre los grupos étnicos locales. Para asegurarse el bloqueo de cualquier censura, el gobierno de Myanmar cuenta con China y Rusia, ambos miembros permanentes del Consejo.

Aung San Suu Kyi, premio Nobel por la paz en 1991, recibió duras críticas de parte de la comunidad internacional por su presunto “silencio” ante la crisis humanitaria en curso. Sin embargo, muchos analistas sostienen que las tensiones son alimentadas por el influyente ejército birmano, que de cuando en cuando busca reafrimar su propio poder, socavando el proceso de reconciliación nacional iniciado por la líder democrática.