Yakarta: largas colas para comprar el aceite comestible que Ucrania ya no exporta
Casi toda la producción mundial de aceite de girasol proviene de la región del Mar Negro, cuyos puertos quedaron cerrados tras la invasión rusa. La paradoja de Indonesia: produce aceite de palma para la exportación y solo permite que sus ciudadanos compren dos litros por persona. Encontrar una alternativa a corto plazo es complicado.
Yakarta (AsiaNews/Agencias) – Dos mujeres murieron la semana pasada por hacer cola durante horas bajo el sol para conseguir los dos litros de aceite de cocina que el gobierno de Indonesia permite comprar a cada ciudadano. Ocurrió en Kalimantan Oriental, en la isla de Borneo, donde muchos residentes locales están acopiando alimentos por temor a que los ya escasos suministros se agoten en los próximos meses.
Sandra, de 41 años, se desmayó mientras esperaba que abrieran el supermercado donde solía hacer sus compras y la llevaron al hospital. Rita Riyani, de 49 años, murió después de pasar dos días en terapia intensiva, agotada por las largas filas frente a diversas tiendas.
El conflicto en Ucrania ha provocado el aumento de los precios de artículos de primera necesidad, pero también una escasez gradual de aceites comestibles en todo el continente asiático. Rusia y Ucrania no son solo los mayores exportadores de trigo: el 60 % de la producción mundial de aceite de girasol y el 76 % de las exportaciones proceden de la región del Mar Negro. Pero los puertos ucranianos se cerraron inmediatamente después de la invasión rusa del 24 de febrero y es probable que sigan cerrados durante mucho tiempo.
Sin embargo la situación en Indonesia es paradójica, porque Yakarta es uno de los principales productores de aceites comestibles, especialmente de aceite de palma. Yohana Tiko, directora del Foro Ambiental de Indonesia en Kalimantan Oriental, explicó al South China Morning Post que la producción supera la demanda interna, pero Indonesia solo produce aceite de palma y fruta fresca, y una gran parte del procesamiento está en manos de empresarios privados dedicados al mercado de exportación.
Además de limitar la compra a dos litros de aceite de cocina por persona, a un dólar por litro, el gobierno de Indonesia ha aprobado una legislación que, a partir del 25 de marzo, reducirá las exportaciones en virtud de lo que en el país se denomina "obligación del mercado interno". El 30% de la producción de aceite de palma - y ya no el 20% - deberá destinarse al consumo interno.
La que está aprovechando esta situación es Malasia, que no ha impuesto restricciones a la exportación y está vendiendo todas sus existencias. Otra alternativa viable al aceite de girasol sería el aceite de soja, que se produce principalmente en Argentina, Brasil y Paraguay. Pero los fletes a Asia son distantes y costosos y la producción de este nuevo oro líquido podría reducirse en los próximos tiempos debido a la sequía provocada por el cambio climático.
23/05/2022 13:45
14/12/2022 14:36