Yakarta: Está libre Abu Bakar Bashir, el ‘cerebro’ de los atentados de Bali del 2002
El líder de Jemaah Islamiyah terminó de cumplir su sentencia de 15 años, en parte gracias a una reducción de 55 meses sobre la pena. Ahora tendrá que someterse a un programa de desradicalización. Al referirse al tema, el Primer Ministro australiano dijo que la noticia es "angustiante". Opiniones contrastantes entre los familiares de las víctimas de la masacre.
Yakarta (AsiaNews/Agencias) - Las autoridades indonesias liberaron esta mañana a Abu Bakar Bashir, el emir del grupo terrorista Jemaah Islamiyah (JI), condenado en 2011 por apoyar los atentados de 2002 en Bali, que culminaron con 209 muertos, la mayoría de ellos turistas extranjeros. El líder radical de 82 años estuvo detenido en una prisión en las afueras de la capital, Yakarta. Tras cumplir una condena de 15 años por financiación del terrorismo internacional, a su salida de la prisión fue recibido por un grupo de familiares.
Para algunos expertos, Bashir fue el "cerebro" detrás del atentado en la popular isla turística. Sidney Jones, director del Policy Analysis of Conflict (Instituto de Análisis de Políticas de Conflicto) en Yakarta, señala que los líderes del operativo habrían sido otros, pero él fue quien "dio luz verde" al ataque. "Él no lo planeó", dice, "pero ciertamente es la persona que podría haberlo detenido si hubiera dicho que no".
Las autoridades indonesias informaron que Bashir "cumplió bien su condena" y mantuvo una buena conducta en la prisión. Ahora que está libre, tendrá que someterse a un programa de desradicalización. Además, la policía vigilará su comportamiento y actividades El hijo añadió que en un futuro próximo se evitarán los contactos fuera de la familia debido a la pandemia de coronavirus.
A lo largo del tiempo, Bashir acumuló 55 meses que fueron descontados de la pena, gesto que se concede a los detenidos con ocasión de las festividades civiles y religiosas más importantes del país.
La noticia de su liberación despertó reacciones contrastantes en Indonesia y Australia, la nación de la que provenía la mayoría de los turistas muertos en las explosiones. El Primer Ministro de Canberra, Scott Morrison, dijo que la noticia era "angustiante" para las familias de las víctimas y que "a veces el mundo es injusto". Al ser entrevistado por la BBC, Garil Arnandha, cuyo padre figura entre las víctimas de los ataques, dijo que no estaba de acuerdo con la liberación de Bashir "porque, en mi opinión, sigue siendo muy peligroso y tiene el potencial de revivir el terrorismo en Indonesia". Su madre, Endang, tiene una mirada diferente: "Soy una víctima de las bombas”, dijo, "y le he perdonado".