Yakarta promete políticas sociales y de integración en favor de los minusválidos
Yakarta (AsiaNews)- Discapacitados, no videntes, personas con dificultades motorias e hijos nacidos y jamás registrados en el registro civil; y también trabajadores migrantes sin derechos marginados por la sociedad. Son muchos los problemas que tiene que enfrentar hoy Indonesia, en particular las franjas más débiles de la población y de ellos se habló en un convenio que se realizó el pasado 25 de noviembre en el Central Jakarta, en ocasión de la conferencia nacional sobre la Human Right Cities. En el evento participó también el ministro para los Asuntos sociales, Khofifah Indar Parawansa, el cual dio la alarma por una nueva forma de ceguera, difundida sobre todo entre los jóvenes, causada por el consumo excesivo de alcohol de bebidas producidas en modo artesanal.
Según lo que refiere el ministro, en los últimos tiempos se multiplicaron los casos de personas que mezclan substancias alcohólicas con bebidas energizantes o tragos livianos, con efectos devastadores, que si no son curados con rapidez son causa de ceguera permanente.
El último episodio sucedió en los días pasados en Yakarta, cuando un joven fue encontrado pero privado de la vista (un daño permanente, según los médicos) a causa de un elevado consumo de alcohol. Este joven se suma a los más de 2,8 millones de personas no videntes, ya presente en el territorio nacional y hacia los cuales no hay políticas de asistencia y de desarrollo de las personas para enfrentar y vencer tal discapacidad.
También hay personas que tienen problemas físicos desde su nacimiento y que desde la primera infancia experimentan marginación y soledad, a veces hasta dentro de la propia familia. Durante la jornada del convenio los presentes escucharon también el testimonio de Gufron Sakiril, que describió muchos episodios de marginación y aislamiento que vivió porque sus manos no “están completamente desarrolladas” desde su nacimiento.
Hay también casos de niños que nacen de parejas que no están casadas o cuya unión no está reconocida en el estado civil y por esto no tiene derecho a poseer documentos de identidad. Un caso evidente está representado por el distrito de la provincia de East Nusa Tenggara (NTT), en el cual el 85% de los neonatos no están registrados. Esto sucede porque, en la mayor parte de los casos, el matrimonio implica un gasto excesivo que ambos contrayentes no pueden afrontar. Y, como consecuencia, los eventuales hijos permanecen privados de reconocimiento y no pueden usar los servicios de base como la educación o la asistencia sanitaria.
Un caso muy similar se refiere a los trabajadores migrantes, que permanecen ligados al pueblo de origen o en la ciudad de residencia, donde trabajan, no son reconocidos y no pueden hacer valer sus derechos. Por todo esto es que el ministro prometió, concluyendo el encuentro, que su ministerio se comprometió en la promoción de políticas que puedan favorecer la integración de estas personas. “Este objetivo- concluyó la mujer- es una de mis prioridades”.
27/08/2021 12:02