Yakarta, el país se detiene por el Eid al-Fitr. Saludos y gestos de amistad de los católicos

de Mathias Hariyadi

Java, Kalimantan, las Molucas y Yogyakarta: en todo el país, la Iglesia promueve iniciativas de paz. En Semarang, el imán se conmueve por la inesperada visita del arzobispo: “En el recíproco amor por la nación, encontramos al mismo Dios, que nos ha creado a todos nosotros”.

Yakarta (AsiaNews) – En el día en que el país islámico más poblado del mundo se detiene para celebrar el Eid al-Fitr, los católicos indonesios promueven un espíritu de armonía y hacen llegar a los conciudadanos musulmanes sus mejores deseos.

En Indonesia, la segunda festividad más importante del calendario islámico -después del Eid al-Adha - se caracteriza por una gran participación del público en las ceremonias religiosas que se llevan a cabo en las mezquitas. En algunas regiones del país, sobre todo en la isla de Java, es tradición que los musulmanes abran las puertas de sus casas a vecinos, familiares y conocidos para intercambiar saludos y buenos deseos.

Esta mañana, Mons. Robertus Rubiyatmoko, el arzobispo de Semarang, fue a visitar la Gran mezquita de la ciudad cabecera de Java Central, junto a una delegación de la curia (foto 1). El prelado primero se encontró con el imán, Kiai Hajj Budi Harjono, y en un segundo momento, con algunos líderes musulmanes del lugar. El Pbro. Budi Wihandono, responsable de la pastoral diocesana, acompañó a Mons. Rubiyatmoko. El sacerdote cuenta que el imán Harjono, sorprendido por el afecto de los católicos, dejó caer lágrimas de emoción. “En el recíproco amor por la nación, encontramos al mismo Dios, que nos ha creado a todos nosotros”, afirmó el dignatario.

En Ungaran, siempre en la provincia de Java Central, las religiosas de las Siervas de Cristo (AK) esperaron a que sus vecinos musulmanes terminasen la oración de la mañana para saludarlos (video). Mons. Petrus Boddeng Timan, el obispo de Banjarmasin (South Kalimantan), asistió acompañado por sacerdotes y religiosas a un encuentro con el gobernador de la provincia (foto 2). Así mismo, Mons. Petrus Canisius Mandagi, obispo de Amboina (cabecera de las Molucas), quiso testimoniar la amistad de la Iglesia local a los líderes islámicos. En la Oficina local del ministerio de Asuntos religiosos, Mons. Mandagi mantuvo conversaciones cordiales, mientras los funcionarios servían un refrigerio a los presentes (foto 3).

En la plaza principal de Wates, regencia de Kulon Progo (Yogyakarta), en las primeras horas de la mañana, adultos y jóvenes católicos se aseguraron de que la oración del Eid se desarrollase en condiciones de seguridad. Entre los voluntarios, estaba Martinus Dwi Anggara, que vestía una camiseta con una leyenda estampada: “Yo soy tu amigo”. El joven explica que este “gesto de solidaridad” sirve para promover buenas relaciones con la comunidad islámica. “Durante el período navideño -afirma- los musulmanes siempre nos ayudan, para asegurarse de que no ocurra nada en nuestra iglesia ni en el complejo que la rodea”.

Los miembros de las comunidades protestante, budista e hindú también adhirieron a la iniciativa. Isnu Hardoyo, otro muchacho católico, cuenta que eran cuando menos 15 personas en el grupo. “Durante las festividades católicas -agrega-, lo musulmanes moderados siempre no brindan ayuda. Debemos favorecer cada vez más este tipo de actividades”.

La Gran mezquita Istiqlal de Yakarta siempre ha sido considerada por los indonesios como un símbolo del “diálogo interreligioso”, ya que ésta fue construida por un arquitecto cristiano, Frederich Silaban, en 1978. En aquél entonces el presidente en funciones, Sukarno, quiso que la mezquita se levantase cerca de la catedral de la Asunción y de la Immanuel Church - protestante - a fin de representar la armonía religiosa y la tolerancia. Mons. Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, arzobispo de la capital, puso a disposición el aparcamiento de la catedral para los fieles que se dirigían a la mezquita para orar.