Xinjiang: 1,3 millones de personas por año ‘educadas’ en los campos de internamiento
En un libro blanco, las autoridades de Beijing afirman que las instalaciones son institutos profesionales para combatir la pobreza. Para las Naciones Unidas y gran parte de la comunidad internacional son campos de concentración. Estados Unidos ha decidido aprobar una ley que bloquea las importaciones de la región. Gigante sueco de la confección corta relaciones con el proveedor de Xinjiang.
Beijing (AsiaNews / Agencias) - Las autoridades de Xinjiang han "educado" y capacitado a 1,3 millones de residentes por año entre 2014 y 2019. Por primera vez, en un libro blanco publicado ayer, el gobierno chino proporcionó una cifra sobre el número de personas alojadas en lo que Naciones Unidas y gran parte de la comunidad internacional consideran verdaderos "campos de concentración".
Según datos de expertos, confirmados por la ONU, más de un millón de uigures (de una población de casi 10 millones) y otras minorías de habla turca y religión islámica están detenidos arbitrariamente en Xinjiang, al que la población local llama "Turkestán Oriental". Los activistas de derechos humanos y muchos gobiernos, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, describen los centros de detención como campos de concentración utilizados para adoctrinar a la población uigur.
Tras años de acusaciones, Beijing admitió la existencia de los campos en octubre de 2018, pero sostuvo que eran escuelas de formación profesional para educar a los ciudadanos uigures, especialmente a los jóvenes, contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo islámico, y para combatir la pobreza. El documento que se acaba de presentar reitera esta posición.
El 30 de agosto, durante una visita a Francia, el Ministro de Relaciones Exteriores chino Wang Yi, dijo que todas las personas alojadas en estas instituciones han terminado sus estudios y han encontrado empleo. Una investigación del 11 de septiembre realizada por Radio Free Asia demuestra lo contrario: al menos tres campos de concentración, con más de 20.000 prisioneros uigures, siguen funcionando en el condado de Uch Turpan.
Por sus políticas en Xinjiang, Beijing está cada vez más en la mira de la comunidad internacional. Estados Unidos ha impuesto sanciones a políticos y funcionarios chinos involucrados en la represión de los uigures. En los últimos días, Washington ha prohibido la importación de algunos bienes de la región que considera que se producen mediante la explotación de los internados. El Congreso de Estados Unidos, con un acuerdo entre demócratas y republicanos, está decidido a aprobar una ley que prohíbe las importaciones de Xinjiang cuando están relacionadas con trabajos forzados.
La administración Trump ya ha invitado a las empresas estadounidenses a cortar relaciones con sus proveedores de Xinjiang. Nike y Apple, que tienen fuertes intereses en la región autónoma, han abierto una investigación sobre el empleo de trabajadores uigures y otras minorías locales. Lo mismo están haciendo algunas empresas europeas. El 16 de septiembre, el gigante sueco de la confección H&M anunció que cortará las relaciones con un productor de algodón sospechoso de explotar a prisioneros uigures..
24/06/2021 13:33