Xinjiang, Beijing prohíbe el uso y la enseñanza de la lengua uigur en las escuelas

La ordenanza entrará en vigor desde el comienzo del año escolar. Las instituciones están obligadas a adoptar el mandarín, de acuerdo con el principio de la educación bilingüe. El gobierno anunció duras penas para cualquiera que "eluda la legislación, pretenda ponerlo en práctica, o actuar de cualquier otra manera." Los uigures denuncian un plan para eliminar su lengua materna y aumentar su asimilación a la cultura china Han.

Hotan (AsiaNews / RFA) - Las autoridades de la región de Xinjiang, en el noroeste de China, donde reside la minoría musulmana uigur, emitió una directiva que prohíbe el uso de la lengua uigur en todos los niveles de la educación, hasta la escuela secundaria. Lo informan fuentes oficiales, anunciando "castigo severo" para cualquier persona que viole la disposición.

La nueva prohibición es una de las medidas más duras tomadas por Pekín para la asimilación de los uigures, que se quejan de discriminación generalizada étnica, represión religiosa y represión cultural por parte del Partido Comunista en Xinjiang.

A finales de junio, el Departamento de Educación de la Prefectura de Hotan promulgó una ordenanza que prohíbe el uso de la lengua uigur en favor del chino mandarín para "fortalecer la educación bilingüe en las escuelas primarias y secundarias." En virtud de la Directiva, las escuelas tienen que "insistir en la difusión completa del sistema de la lengua común y posteriormente añadir la enseñanza de las lenguas étnicas, en el principio de base de la educación bilingüe".

Desde el inicio de clases de la escuela en septiembre, el mandarín "debe ser implementado de manera decisiva y absoluta" para los tres años de jardín de infantes y "promovido" en los primeros años de escuela primaria y secundaria, con el fin de "lograr la plena cobertura de la enseñanza del lenguaje y del sistema de escritura común".

La Directiva exige que las escuelas "en cierta manera corrijan la práctica incorrecta de proporcionar una enseñanza lingüística uigur a los profesores de lenguaje chino" y "prohibir el uso de la lengua en el sistema educativo y el campus." Además, la medida prohíbe el uso de la lengua uigur en "actividades colectivas y de gestión del sistema de educación pública."

La escuela o individuo que no cumpla con la nueva política, que "eluda la legislación, finja ponerla en práctica, o actué de cualquier otro modo," va a ser acusado de "duplicidad" y "en un severo castigo." Estos términos son utilizados regularmente por el gobierno contra los uigures que voluntariamente no siguen pautas similares.

En los últimos 10 años, Beijing ha tratado de implementar un sistema "bilingüe" en las escuelas de Xinjiang. Sin embargo, los uigures dicen que este sistema es en realidad monolingüe y la rechazan como parte de un plan para eliminar su lengua materna y aumentar su asimilación a la cultura china Han.

En Xinjiang viven alrededor de 9 millones de musulmanes uigures, turcofanos, que se resienten de la dominación comunista y la invasión de chinos de etnia Han enviados por el gobierno para tratar de hacerlos una minoría. A pesar de que siempre ha rechazado la acusación de ingerencia religiosa, Beijing ha impuesto muchas restricciones en la práctica religiosa en la zona, lo que justifica como instrumentos para la lucha contra el terrorismo islámico.

Las autoridades de la región han llegado a impedir a los musulmanes uigur ayunar y orar durante el mes sagrado del Ramadán, infiltrándose en sus hogares los funcionarios chinos para controlar. Y desde el 15 de julio es obligatorio para todos los uigures instalar en sus celulares una aplicación que permite a Beijing ponerlos bajo su total control.

Activistas informan que el gobierno de la región se dedica a una gran recolección de ADN de las personas no sospechosas de ningún delito. La recolección de información biométrica es parte de la política de Beijing para "mantener la estabilidad" en China. Los informes de la minoría étnica uigur revelan que el esquema de muestreo de ADN en la región comenzó en septiembre pasado, con el lanzamiento de un "chequeo" a nivel regional. Desde noviembre de 2016, la policía de Xinjiang ordenó que todos los solicitantes de un pasaporte presentan una muestra.